Histórica
036
Agosto de 2007
Por Carlos Eduardo Jalife Villalón
Pioneros
de autos stock
Con datos de la biografía Los Hermanos Rodríguez,
del propio autor.
En México empezamos a descubrir las carreras de autos
stock (o sea como salidos de la agencia, que seria el término
más correcto aunque disten de serlo) hace poco tiempo,
pero los hermanos Rodríguez estuvieron en 1959 en
una carrera de NASCAR
El presidente de NASCAR, Brian Z. France, vino a fines de
2004 para hacer el anuncio de una carrera de la serie Busch
en México, para el 6 de marzo del 2005, la primera
de tres que hemos presenciado en el autódromo capitalino,
que lleva el nombre de los hermanos Rodríguez. Y
ya hay un campeonato nacional de autos stock, el antes llamado
Desafío Corona que se transformó en 2007 en
la NASCAR México, y se sabe que hay proyectos de
construir más óvalos y empieza a crecer el
interés por este tipo de automovilismo.
Hay un antecedente de carreras en óvalo en México,
en este caso en el del Estadio de la Ciudad de los Deportes
(ahora llamado ‘Azul’), que en 1948 recibió
a algunos pilotos estadounidenses que corrieron en un óvalo
de tierra alrededor de la cancha de futbol. Fue la primera
actividad formal de posguerra en México, pero NASCAR
aún no existía. Y luego hubo algunas carreras
de midgets y de motos en estadios como el Azteca, el Centenario
de Cuernavaca y el desparecido parque Delta de la capital
mexicana, entre otros, por lo que las carreras ovaleras
no son un hito improcedente como nos dicen a veces.
También vinieron algunos pilotos de la recién
formada serie de autos stock estadounidense a correr en
la primera Carrera Panamericana en 1950, y ahí conocería
Bill France, abuelo de Brian y fundador de la NASCAR (que
significa Asociación Nacional de Carreras de Autos
Stock), aunque no regresaron por las pugnas con las tres
grandes del automovilismo comercial.
Y Bill conoció a don Pedro N. Rodríguez, padre
de los hermanos. Se mantuvieron en contacto al encontrarse
en diversas pistas, y pronto Bill se dio cuenta del atractivo
que podrían ser unos pilotos tan jóvenes para
la creciente población latina de Estados Unidos,
casi medio siglo antes de que se pusiera de moda en otros
deportes, como béisbol, básquetbol y demás
de pelotas.
Bill inauguró su superóvalo en Daytona en
1959, y los Rodríguez estuvieron ahí para
presenciar las carreras, pues iban a practicar para Sebring
que se corría semanas después. Conocieron
a France, quien los invitó a correr cuando quisieran
en la serie. Aprovechando una visita a Luigi Chinetti en
Nueva York, a fin de planear su participación en
Le Mans en 1959, Don Pedro contactó a France y se
arregló que participaran en la carrera en Trenton,
Nueva Jersey, a menos de dos horas de la Gran Manzana.
La cita fue el 16 de mayo, en las prácticas para
el la carrera de la serie premier de NASCAR, la Grand National,
el equivalente actual a la Copa Nextel, y tanto Pedro como
Ricardo probaron sus autos, pero cuando llegó la
hora de ver los papeles, a Ricardo no lo dejaron correr,
por ser menor de edad. Pedro si corrió y terminó
en sexto sitio pero ellos prometieron no volver a correr
hasta que Ricardo pudiera competir pues así se aseguraban
tener alguien con quien hacer equipo en la carrera, para
así contrarrestar a los pilotos sureños de
EU, altamente nacionalistas.
Posteriormente en 1960 corrieron la preliminar de la Daytona
500, en autos turismo, usando Pedro un Volvo y Ricardo un
Corvair, pero no les fue bien y no les consiguieron autos
para la fecha inaugural de NASCAR, por lo que se apartaron
de la idea de correr en esa serie, aunque los Rodríguez
estuvieron en la inauguración de Daytona para autos
Sport, las 3 Horas de 1962, donde Ricardo quedó a
unos segundos del triunfo.
Tras la muerte de Ricardo, Pedro corrió nuevamente
en NASCAR en 1963 en la carrera veraniega de Daytona, la
Firecracker 400 en julio, pero debió retirarse en
la vuelta 54. Insistió en la pista de Charlotte en
1965, en la carrera más larga del calendario, la
World 600 (millas) y obtuvo un quinto sitio que hizo a un
afamado equipo oficial, el Colman & Moody de Ford, ofrecerle
un sitio permanente, pero el mexicano regresó a Europa
a buscar la F1 y no quiso cortar su relaciòn con
Ferrari, por lo que nunca hubo un acuerdo. Este es, hasta
la fecha el mejor resultado de un mexicano en NASCAR, y
probablemente tardarán años en superarlo.
Es más, sólo Jorge Goeters ha corrido, además
de Pedro, en la serie premier de NASCAR, y lo hizo de milagro
en una carrera en circuito y quedó hasta atrás.
Jorge es bueno, pero no hay ni la mínima comparación
con lo que hizo Pedro, están en dos mundos distintos.
Pedro no volvió a correr en NASCAR hasta 1971, aunque
estuvo presente en 1969 y 1970 en las 500 Millas de Daytona
pero sin conseguir un auto confiable. Y transmitía
los programas especiales de la televisión mexicana
respecto a esta prueba reina de las carreras de autos stock.
En su último año de vida había llegado
a un acuerdo con Bill France para correr media docena de
fechas en que iba a ser nombrada Copa Winston, antecesora
de la Nextel, y compitió en la calificatoria de las
500 Millas en Daytona, una de las llamadas Twin 125s, abandonando
tras 16 vueltas; posteriormente, logró el sitio 13
en las 500, ganándose el respeto de sus contrincantes
con un auto viejo y malo.
Luego corrió la milésima fecha de NASCAR en
su historia, en el difunto óvalo de Ontario, California,
y fue eliminado en un choque tras pelear entre los punteros
con Benny Parsons, el recién fallecido comentarista
de la serie y antiguo campeón de la misma. Planeaba
correr en algunas otras fechas antes de fin de año,
incluyendo el óvalo más largo en Talladega,
Alabama, pero la muerte se interpuso.
A Ricardo Rodríguez constantemente le pasaba que
no lo dejaban correr por ser menor de edad. Pese a tener
licencia de la asociación mexicana que regía
el automovilismo deportivo, los organizadores de pruebas
internacionales le negaban el permiso porque en caso de
un accidente los problemas de seguros eran mucho mayores
si competía un piloto menor de edad. O sea, para
morir en las pistas también era necesario ser mayor
de edad. Y según las leyes mexicanas, Ricardo nunca
la alcanzó (era a los 21 años y Ricardo no
llegó a cumplirlos).
Había otras pistas en las que los organizadores eran
flexibles, pero ni en Le Mans ni en NASCAR pudo debutar
la primera vez que lo intentó. Pérdida para
ellos.
© CEJV/SHRAC 2007
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