Histórica
026
Noviembre de 2006
Por Carlos Eduardo Jalife Villalón
La Panamericana:
la inspiración para los hermanos Rodríguez
Muchos
se preguntan de donde le venía la pasión por
las carreras a los hermanos Rodríguez, y es obvio
que su padre fue una inspiración, pero hay detalles
que son poco conocidos, como estos que vienen en mi libro
Los Hermanos Rodríguez, quesale a la venta el mes
próximo. Regresemos a 1950:
El inicio de la nueva década vio a México
ser envuelto en la fiebre del automovilismo cuando, para
celebrar haber completado su tramo de la Carretera Panamericana,
que corre de Alaska a Tierra del Fuego, se decidió
organizar La Carrera Panamericana (LCP) en 1950. Don Pedro
Rodríguez fue de los primeros entusiastas en apoyar
el proyecto e incluso contempló la posibilidad de
participar, pero no encontró eco en doña Conchita
y tampoco estaba en edad de andar arriesgando el físico,
aunque todos recuerdan que era un muy buen volante. El mismo
comentaría a sus amigos que le gustaría que
sus hijos corrieran en algunos años, pues ya intuía
que la inclinación de sus hijos por lo mecánico
llevaba esa dirección. Su contacto con el mundo del
automovilismo, más que venir de su tiempo en el motociclismo
de tránsito, era porque frecuentaba un restaurante
cercano a Bellas Artes, sito en Gante casi esquina con Madero,
llamado ‘La Cucaracha’ cuyo dueño era
el destacado piloto francés Jean Trevoux, ganador
del Rally de Montecarlo en 1934, 1939 y 1949 en autos Hotchkiss,
entre otras victorias importantes, avecindado en México
por cuestiones de la II Guerra Mundial. Jean logró
cierta cercanía con don Pedro y al ver que era una
persona con gusto mecánico le platicaba del automovilismo
en Europa, que era el mejor del mundo en su opinión,
y alentaba las aventuras de los pequeños Pedro y
Ricardo Rodríguez en el ciclismo.
La I Carrera Panamericana se celebró en mayo, aprovechando
los feriados de los días 5 (la Batalla de Puebla
de 1862), y 10 (Día de la Madre), y los Rodríguez
acudieron con su padre a aplaudir el paso de los autos por
la capital mexicana en su trayecto entre Ciudad Juárez,
Chihuahua, y Cd. Cuauhtémoc, Chiapas, en lo que fue
un día de asueto y les permitió ver de cerca
a los pilotos. Trevoux corrió en un Delahaye 1950
acompañado de André Mariotti y quedó
en el sitio 12 general tras 10 etapas que abarcaron poco
más de 3,400 kilómetros de recorrido por la
recién inaugurada carretera. Tres días después
de terminada LCP se inauguró en Silverstone el campeonato
mundial de Fórmula Uno con la victoria del Alfa Romeo
de Nino Farina, pero la participación importante
del argentino Juan Manuel Fangio, quien se volvió
el primer ídolo de los hermanos Rodríguez.
A su regreso a México, don Pedro felicitó
ampliamente a Trevoux y en una ocasión posterior
llevó a los niños a verlo para que les platicara
de sus hazañas. El comentario que más impresión
causaría en la mente de los niños fue que
Trevoux les dijo: “Si un piloto quiere ser alguien
tiene que triunfar en Europa”. Eso se les quedaría
grabado siempre y les pondría una meta inicial. Sin
embargo, la Panamericana no sobrevivió a la época
en que los hermanos empezaron a correr formalmente en autos
y se quedaron con las ganas de correrla.
© CEJV/SHRAC 2006
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