Cena con Jarno Trulli
Junio 22 de 2008
Por Carlos Eduardo Jalife Villalón

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Al terminar el GP de Francia, los 10 expedicionarios mexicanos restantes en el grupo de la Scuderia Hermanos Rodríguez AC que fue a presentar una placa conmemorativa del triunfo de Pedro Rodríguez en las 24 Horas de Le Mans hace 40 años, tomaron rumbo a parís, pero con el tránsito de cientos de miles de personas abandonando la campiña de Nevers, donde se encuentra el circuito de Magny-Cours, era brutal y decidieron quedarse en el camino en un restaurante hotel que prometía buenas carnes asadas para los viajeros.

Aprovecharon también para ver los escarceos preliminares de la Eurocopa, Italia-España, y para decidir que nueve se iban a París porque estaban cansados, mientras Carlos viajaba a Rouen sólo a visitar la pista en que Pedro Rodríguez logró su única Vuelta Rápida en la Fórmula Uno.

Estaban en pelan cena cuando entró Jarno Trulli con su manejador y un amigo y fue recibido con aplausos por todos los que comían en el restaurante, pues su podio en la carrera francesa fue excepcional. Los mexicanos aprovecharon ara saludarlo, comentar con él, pedirle autógrafos y hasta platicar un poco de fútbol, pues Fernando Alonso había pronosticado la victoria de España, y Jarno decía: “Alonso no sabe de futbol”, pensando que éramos españoles pues nos oyó hablar el idioma. Tras las fotos y convivencia, llegó Mark Webber, quien reconociía a Carlos, quien lo había entrevistado el día anterior en la zona de Red Bull y se pusieron a platicar de la carrera, en la que el australiano había quedado en los puntos y luego le confesó que también le gustaba el “soccer, aunque más el futbol con reglas australianas, ese sí es divertido”. Carlos les avisó al resto de los de la mesa que ahí estaba Webber, pero algunos que no lo habían visto nunca sin casco pensaron que era una broma y posteriormente se dieron cuenta de su error, pero ya era tarde para irlo a molestar con fotos y peticiones de autógrafos pues estaba sentado con un grupo numeroso.

Poco antes de empezar el .partido, tras liquidar la cuenta proporcionalmente, se despidieron y Carlos partió rumbo a Rouen y los otros nueve se fueron a París para no llegar muy noche.

© CEJV/SHRAC 2008