La Bodega del César
Diciembre 14 de 2007
Por Carlos Eduardo Jalife Villalón

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El pasado viernes, algunos miembros de la Scuderia Hermanos Rodríguez A.C., como Jesús Marina, de Nuevo Laredo, Carlos Jalife, del DF, y Gerardo Contreras, de Monterrey, tuvieron oportunidad de conocer la nueva bodega del Delegado de la Scuderia en Monterrey, César Tiberio Jiménez.

El piloto y organizador regiomontano guarda ahí su pequeña colección de autos vintage y ha formado un espacio para poder tener pláticas de autos y convivencias informales, incluso sesiones de ensayo de su grupo de blues T44.

En l a visita encontramos como pieza principal un De Tomaso Pantera rojo que ha sido seleccionado para un anuncio de la afamada cera Meguiar’s que usan algunos de los grandes coleccionistas de autos para mantener sus vehículos en estado óptimo. El De Tomaso tiene poco kilometraje y está junto a un VW New Beetle rojo, el primero que llegó a México y que fue pagado por César Tiberio dos años antes de que se embarcara a México y que un día será el regalo de su primogénito César.

También está un Renault R8 tricolor (de la tricolor francesa o sea azul, blanco y rojo) que está preparando para correr en la nueva serie vintage de Monterrey, y que adquirió hace poco tiempo en el DF y hay una moto Harley-Davidson clásica, propiedad de Héctor Vázquez, otro miembro de la Scuderia, aunque César confiesa que quiere añadir una moto clásica a su colección.

Un par de autos Porsche, pues también es miembro del club regio de la marca germana, tiene su hogar en la bodega: un 911 coupé 1968 con muy poco kilometraje y un 911 Targa 1971 también poco corrido contrastan con sus colores reminiscentes de una bandera a cuadros. Están colocados junto a un VW Beetle de los años 60, pero estilo California, de origen europeo por el escudo de Wolfsburg que lleva en su parte delantera. El color es un verde pastel muy surfista sesentero y está como recién salido del taller.

Aunque está en proceso de decoración, Tiberio ha empezado a pegar algunos recuerdos de autos, pero en un cuarto independiente tiene un mural con algunos exponentes de la invasión inglesa de rock de los 60s (Beatles, Clapton, Jagger) y algunos de sus contrapartes gringos (Morrison, Joplin) y una pared lateral tiene pintadas las portadas de casi todos los discos de los Rolling Stones, incluyendo muchas de sencillos y productos especiales de Oriente. O sea que en la bodega del César regiomontano, todo es ruedas y rock.

© CEJV/SHRAC 2007