Entrevista
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10 de febrero de 2007
Por Carlos E. Jalife V.
Jackie Oliver
habla de Pedro Rodriguez
Jackie Oliver
fue uno de los pilotos ingleses más importantes de
los años 60 y 70, corriendo para BRM, Lotus y siendo
campeón en Can Am con UOP Shadow, además de
competir con el equipo de John Wyer con el que ganó
Le Mans en 1969 haciendo pareja con Jacky Ickx, y ahí
estuvo con Pedro Rodríguez en los Porsche 917 en
1971, aunque ya habían sido coequiperos en BRM en
1970, en F1. Luego Jackie fue parte del equipo Shadow en
F1 y fundó el Arrows que duró más de
20 años. Platicamos con él algunas de sus
remembranzas acerca del gran volante mexicano.
CJ: ¿Cómo recuerdas a Pedro a 35 años
de su fallecimiento?
Era una persona muy simpática. Era un tipo muy competitivo
en su estilo de manejo, pero no lo demostraba en su lenguaje
corporal o en sus palabras.
CJ: ¿Cómo era como coequipero?
Tuve una cantidad de coequiperos en todo lo que corrí,
Graham Hill en Fórmula Uno, George Follmer en CanAm,
Jacky Ickx en el GT40 con el equipo Wyer y Pedro en el 917,
y aparte de Graham, que era otro inglés, Pedro fue
el compañero de equipo más bueno que tuve
en toda mi carrera en las pistas y pienso que fue porque
mostraba simpatía con todo mundo en el equipo y aunque
su inglés no era tan bueno, él siempre era
amable y muy considerado y completamente caballeroso y eso
no dejaba ver el hecho de que era extremadamente competitivo.
No sabría, porque nunca tuve discusiones con mis
coequiperos acerca de esto, pero ciertamente pensaría
que la persona que compite contigo en el mismo auto sería
tu primer, o cuando mucho tu segundo rival. Ser más
rápido en el mismo auto es una demostración
de tu habilidad y de ese punto en adelante, con tu coequipero
en ese auto, la meta es batir a la oposición. Quizás
con Pedro era al revés, no lo sé, pero ciertamente
nunca hubo discusiones entre nosotros y, como resultado
de esa atmósfera, Pedro siempre fue el mejor. Nunca
dejo ver que quisiera ser superior ya sea como piloto número
uno o en los cronómetros y yo disfruté mucho
la relación con él.
CJ: ¿De compartir información técnica
con él que nos puedes decir?
La información la compartíamos con el ingeniero
en jefe, cuando trabajamos juntos en BRM era Tony Southgate
y Pedro y yo compartíamos individualmente las cuestiones
técnicas con Tony, y yo sé porque Southgate
terminó trabajando para mí cuando fundé
el equipo Arrows de F1, que él nunca sintió
la retroalimentación de Pedro como particularmente
técnica. Era más del tipo de ‘cámbienlo
y yo veré si puedo hacer que ande más rápido
el auto’, y esa era la contribución de Pedro
para con el equipo. Igual, con John Horsman y el Porsche
917 pienso que era un ejemplo similar. Él no era
duro con el auto, pero podía mostrar que tanto importaban
los cambios al hacer que el auto fuera más rápido,
porque el ingeniero y él lo habían hecho más
rápido, pero no era necesariamente que se hubiera
aplicado su información técnica en el auto
de carreras o en el equipo de competencia.
CJ: ¿Y de las reuniones sociales?
No, Pedro no era mucho de eso, no se mezclaba mucho, especialmente
con otros pilotos, y ciertamente tampoco conmigo, nunca
socializamos fuera, pero yo nunca encontré que eso
fuera un factor. Yo sé que era muy cercano a su novia
Glenda y prefería socializar con ella. Era muy cercano
a ella todo el tiempo. Pienso también que era extremadamente
celoso respecto a que cualquiera otro hablara con ella.
Si alguna vez platicabas con ella a un lado siempre tenías
los ojos de pistola de Pedro, preguntándose que se
estaba diciendo de él, o de su situación o
si estaban tratando de robarle la novia. Glenda siempre
fue parte importante de la escena en Europa. Yo realmente
nunca conocí a Angelina (su esposa), no puedo recordarla,
quizás me la encontré un par de veces. No
podría ni describirla.
CJ: ¿Tenías preconcepciones acerca de ser
coequiperos de Pedro?
Bueno, todo lo que había oído antes era cerca
de los famosos hermanos Rodríguez y lo rápidos
que eran. No había muchos pilotos mexicanos exitosos
y Pedro y su hermano eran renombrados por ser extremadamente
competitivos y yo encontré que era cierto. En algunos
circuitos de extremo valor como Spa, Pedro era todopoderoso,
nunca pude igualarlo en sitios como ese y también
era extremadamente competitivo cuando se trataba de carreras
en pista mojada. Pero el resto del tiempo siempre sentí
que podía estar a su altura en otros sitios, como
seguramente Brands Hatch o algunos de los circuitos más
conocidos en Europa, yo podía ser tan competitivo
como él en el auto. Pienso que eso surgió
luego en las discusiones subsecuentes que él tuvo
con John Horsman al respecto.
CJ: ¿Alguna vez hablaron del futuro?
No, se guardaba esos pensamientos para sí mismo.
El mercado era bastante competitivo, no tanto como lo es
ahora para los pilotos, pero bastante competitivo de todos
modos. Así que pienso que cuando se trataba de hablar
particularmente con un piloto ingles, un piloto de que hablaba
ingles como lengua materna se decía que tenía
la ventaja ya que muchos de los equipos provenían
del Reino Unido. Pienso que se guardaba los comentarios
para sí. Lo único que le decía a Pedro
es que algunos de los autos que manejaba, que si era apropiado
que lo hiciera o no. No puedo decir que tuviera una conversación
específica cuando fue a correr el Ferrari (en que
se mató) el año que estuvimos juntos, no lo
sé pero frecuentemente pensé que aceptaba
asientos que quizás no eran apropiados al nivel de
los que tenía con el equipo JW Automotive (Gulf-Porsche).
CJ: ¿Piensas en Pedro a veces por algún recuerdo
o foto o algo?
Tengo una foto frente a mí. Me gustan las fotos en
blanco y negro, tengo muchas en mi estudio cubriendo las
paredes y estamos Pedro y yo ganando Daytona en el 917,
entre dos reinas de las carreras y todos los mecánicos
sentados detrás de nosotros. Una de las cosas que
notabas cuando lo veías era lo grandes que eran las
manos de Pedro. Eran como de un tipo mucho más grande,
y él era bastante pequeño, de hecho éramos
del mismo tamaño y pienso que esa es parte de la
razón por la que nos pusieron de pareja, porque a
David Yorke (director del equipo Wyer) le gustaba juntar
a pilotos del mismo tamaño para que no hubiera problemas
a la hora de quitar las cubiertas del asiento cuando nos
cambiábamos el volante en las carreras de resistencia.
Tenía manos extremadamente largas y unos dedos muy
finos también, era casi como de pianista. Pienso
que era parte de su fineza al manejar un auto. También
era un tipo bien parecido…
© CEJV/SHRAC 2007
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