Entrevista
012
16 de junio de 2005
Por Carlos E. Jalife V.
Después
de su descalificación en Montreal, Montoya va por
la revancha en Indy
Juan Pablo Montoya
se quedó sin la victoria en el Gran Premio de Canadá
tras su descalificación por salir de los fosos cuando
estaba la luz roja por el paso del pelotón encabezado
por el auto de seguridad.
Juan Pablo y el equipo McLaren protestaron la descalificación,
y en el paddock de Indianápolis, donde el domingo
se corre el GP de Estados Unidos, platicamos con él
acerca del incidente.
Las primeras palabras que salen de su boca, sin enojo y
con emociones controladas, son: “Fue frustrante, enojoso,
perder así. Lo que hubieran hecho, castigarme con
20 segundos, pasar por los fosos, nada era insuperable,
el equipo hubiera podido sacar alguna cosa para regresar
a la pelea, pero vino la sorpresa de la bandera negra que
echo a perder todo en una carrera que ya estaba echada a
perder en sí por lo del auto de seguridad. Una penalización
hubiera sido justa, no lo discuto, pero los comisarios se
pasaron”.
Lo dice con una tranquilidad asombrosa, lo que dan cinco
días de haber pensado y examinado lo que pasó,
y saca algunas conclusiones del incidente: “Las penalizaciones
siempre son duras, supongo que tienen que mostrar que nadie
puede jugar con las reglas… Mi error fue concentrarme
en la carrera y no verlo que pasaba, fue un error”.
Pero también reparte la culpa a los estrategas de
McLaren: “Yo entré a los fosos tarde porque
le pedí al equipo que me avisara y ellos no me avisaron
la primera vez… cuando el auto de seguridad entra,
mis muchachos no me dicen nada; luego mi ingeniero (Dave
Ryan) se dio cuenta de que había sido un error no
entrar a los fosos… no me pueden echar la culpa por
trabajar como me dijeron… es una lección para
todos, que espero hayamos aprendido”.
Y añade un último comentario cuando le preguntamos
si no debió él tomar la decisión: “No
se puede uno brincar las reglas (internas de McLaren), haces
lo que te dicen que hagas”.
También descarta las teorías de un complot
para favorecer a Kimi Raikkonen en el equipo de Woking:
“No había ninguna ventaja en la decisión
para Kimi, simplemente fue algo estúpido. Ya nos
habían puesto la señal de mantener el ritmo,
Kimi estaba en (vueltas de) 1’17”, estábamos
en control, la ventaja era como un resorte, un poco más
un poco menos, estábamos discutiendo que hacer cuando
salió el auto de seguridad. Además pudo haber
sido al revés”.
Pasamos al tema de las recriminaciones internas, y Juan
Pablo comenta que el dueño del equipo, “Ron
(Dennis) estaba enojadísimo, yo también, pero
no entre nosotros”.
Finalmente, toma con filosofía toda lo que ha pasado
en el año: “Las pequeñas cosas hacen
la diferencia en esta temporada. Las primeras carreras hubo
problemitas que impidieron mejores resultados, algunas cosas
que pasaron, luego vino lo de mi lesión en el hueso
que me quitó unas carreras y ahora este error que
provocó una penalización desproporcionada.
Todo eso cuenta, pero puedo recuperarme”. Con un esbozo
de sonrisa, y un dejo de confianza indica: “Voy a
ganar pronto”.
Y la última pregunta acerca de si en Indy va por
la revancha la contesta escueto, pero seguro: “Sí”.
Y cumplió al quedar con el mejor tiempo del día
y en la conferencia de prensa comentó: “Ser
el mejor del viernes solamente significa que estamos trabajando
sobre el camino correcto, pero lo que cuenta es lo que hagamos
el domingo. Pero esto es bueno, creo que todo se está
conjuntando para un buen resultado”.
Si Juan Pablo logra ganar el GP de Estados Unidos en Indy,
sería el único piloto que logra esta carrera
en Indianapolis y la Indy 500. Jacques Villeneuve es el
otro que tendría posibilidades, pero al estar en
un Sauber, sería una sorpresa descomunal que pudiera
lograrlo.
© CEJV/SHRAC 2005
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