Entrevista
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23 de febrero de 2005
Por Carlos E. Jalife V.
Freddy Tame tiene
un equipo propio y prepara una sorpresa para México
Freddy Tame es
uno de los pilotos mexicanos que va a correr en la primera
fecha de la serie Busch fuera de EU, la México 200
el 6 de marzo próximo.
Pero lo que hace especial a Freddy es que desde el 2004
ha estado corriendo intermitentemente en la NASCAR West
y fundó un equipo, Fuerza Motorsports. “Tenemos
base en Phoenix, y ahí no estamos cambiando de taller
a uno más grande. Tenemos una gran inversión,
con autos, tráilers, gente y somos el único
equipo realmente mexicano que compite en NASCAR”,
indica Freddy.
Lo acompañamos de lado a lado por toda la ciudad
y sus suburbios para visitar, primero, el nuevo taller.
Ahí, uno de sus autos está siendo pintado,
el que utilizará en los óvalos, y tiene una
temporada de uso en la West. También hay otra carrocería
que están preparando para la pintura, aunque las
lluvias en Phoenix no han permitido que la primera seque.
Freddy, tras casi un año de manejar para el equipo,
en lugar de recibir un salario, prefirió recibir
acciones y ser socio minoritario para apostar su futuro
a la empresa, en la que lo apoyan sus socios, Carlos Hidalgo,
un banquero de la zona, y James O’Kane, el director
del equipo, quien explica: “Queríamos un nombre
que fuera algo potente y escogimos Fuerza, creo que le va
bien”.
En el taller, hay otros autos pues sus mecánicos
corren en algunos campeonatos locales, con buen éxito.
Freddy saca el que está siendo pintado y lo enciende:
“Es el que usé en el 2004 y es bueno para óvalos,
pero el que acabamos de recibir de Roush Racing (el Bicampeón
de NASCAR que también les hace los motores Ford),
es mejor todavía”.
De ahí vamos al ver el auto nuevo, que está
en un garaje en lo que les terminan el nuevo taller. Freddy
lo presume: “Es el que usó Jeff Burton para
ganar varias carreras en 2004”. Luego muestra diversos
detalles, como los frenos, “más grandes y de
seis pistones en los calipers, en lugar de los cuatro usuales,
pues la carrera de México va a ser dura en el frenado
particularmente. Y la toma de combustible es del otro lado
porque en México se corre a la derecha”.
Se pone técnico para explicar algunos de los cambios:
“En México necesitas que el carro role mucho,
y que la transición sea muy rápida en las
curvas. Esto último lo logras con la barra (estabilizadora)
y lo otro con resortes más suaves para que el peso
se transfiera hacia adelante del auto”. Y su fabricante
le pide que se mida el asiento. Freddy se sube al auto y
prontamente se acomoda. La cara de satisfacción es
inmensa. “Ya quiero arrancarlo, va a ser un avión”,
dice, y luego da instrucciones para “echar para atrás
lo más que puedas el asiento, tengo los brazos muy
doblados… y a ver si me emparejas los pedales porque
ahí no puedo hacer punta-tacón”. El
mecánico le dice que en NASCAR no hacen punta-tacón
(para frenar sin perder aceleración tocando los dos
pedales al mismo tiempo con el pie derecho), y Freddy le
da una clase teórica de manejo en circuito y lo convence.
Ordena otra serie de ajustes y tras dejar atados todos los
cabos sueltos, es tiempo de ir a probar el auto que estaba
siendo detallado. Ya tiene número y la cita es en
Phoenix internacional Raceway, donde corren NASCAR y la
IRL. La pista no puede usarse porque sigue mojada, aunque
no ha llovido. Pero afuera la carretera está vacía
y cuando bajan el auto de la plataforma, Freddy lo enciende.
Ya tiene número, 92, y el logotipo de su patrocinador
principal, Ixell, una fábrica francesa de pinturas
que representa Mauricio Ugarte en México. Pero faltan
muchas calcomanías que deben quedar en el fin de
semana, porque ellos tienen que estar con el contingente
de NASCAR en Laredo el lunes para ir en convoy al DF.
Hacemos unas tomas y luego dice: “Le voy a dar una
vuelta”. Lo arranca, recorre cien metros sobre el
camino interior y regresa. Luego lo lleva a la entrada principal
sobre la carretera patinando llantas y hace un par de corridas
de un cuarto de kilómetro para beneficio de las fotos
antes de apagarlo y subirlo a la plataforma.
La pregunta obligada es acerca de la México 200 y
su respuesta es firme: “En los entrenamientos creo
que voy a calificar por el sitio 12 y para la carrera espero
quedar entre los cinco primeros”. Podrían decir
que es arriesgado, pero Freddy, quien lleva un año
de adaptación en EU, es el caballo negro de los mexicanos,
el que podría dar la sorpresa. Y está tan
seguro de que ahí está su futuro que pese
que se casó el 12 de febrero, fecha elegida desde
hace un año, la carrera de México, anunciada
en el segundo semestre de 2004, dio al traste con sus ideas
de la luna de miel, que se acortó a tres días
porque tenía que regresar con el equipo a probar
el auto. Eso es compromiso.
© CEJV/SHRAC 2005
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