1 Memo Rojas II
2 Esteban Gutiérrez
3 Sergio Pérez Mendoza
4 Yair Godìnez
5 Salvador Durán

Entrevista 007
17 de febrero de 2005
Por Carlos E. Jalife V.

Adrián presentó su auto en Daytona y se declara listo para vencer en la México 200

Hay gente que nunca se dice buena, favorita, o algo así, pecando de falsa modestia. A vece ses refrescante encontrar a alguien distinto y con Adrián Fernández, en Daytona, así fue. Estuvimos con él en Florida, donde tuvo lugar la presentación del auto que usará en la México 200, la primera carrera de la serie Busch de NASCAR fuera de Estados Unidos. Sus palabras, textualmente, fueron: “Espero ganar; estoy en un auto de primera clase, en un gran equipo, conozco el circuito, mi expectativa es ganar”. No hay falsa modestia, hay objetividad en su evaluación.
El piloto mexicano acaparó la atención de los medios cuando el auto número 5, un Chevrolet Monte Carlo del equipo Hendrick Motorsport, fue develado afuera del centro de prensa del superóvalo de Daytona. Dio extensas entrevistas en inglés, a periodistas que le preguntaron desde su carrera hasta la seguridad en México, que parece atraer la atención por los pronunciamientos del gobierno de EU, y dedicó un buen espacio a las prensa en español que lo sigue.
Reveló que hoy va a estar en el taller del equipo en Carolina del Norte, regresa a Daytona y el lunes próximo tendrá su primer y único entrenamiento en un auto de NASCAR, “en el Virginia Internacional Raceway, donde me van a acompañar John Dick, mi ingeniero, y Tom Anderson, mi socio (en Fernández Racing), para que puedan como que traducir lo que siento en estos autos que son más grandes. Lo que me importa es conocer el auto, la pista la conozco. Y Jimmie (Johnson) y Jeff (Gordon, pilotos de Hendrick en la Nextel) me han estado ayudando a adaptarme al auto”.
La gente lo considera el anfitrión de NASCAR en México, pero Adrián dice que no es “solamente eso. En cierta forma estamos abriendo México para NASCAR. Estoy orgulloso porque vamos a abrir oportunidades para los pilotos jóvenes, y también de ser responsable que estas carreras se hagan en México”.
Pero también sabe que no sólo lo ven por su manejo: “NASCAR tiene que expandirse. Está en un nivel alto, pero estancado. Necesitan crecer con los latinos en EU. México es una carrera para crecer en un país, pero es más importante tener 36 carreras para crecer con el mercado de los latinos en EU. Y con NASCAR le llegas a todos (los niveles de población)”.
Acerca de sus planes para 2005, indicó: “La carrera de México y casarme”, con su novia colombiana Catalina Maya. Luego reflexionó: “No digo que no vaya a correr más en NASCAR, ya ven que dije que no iba a correr IRL y corrí y gané, Pero tengo 41 años, y no voy a empezar una nueva carrera a esa edad. Por eso digo que Michel (Jourdain) está en la edad perfecta para esto”. Y terminó con: “El día que me retire, no voy a hacer nada”.
Pero en 1999 Adriàn participó en la Carrera Internacional de Campeones (IROC) y recuerda: “Corrí en Daytona, con Dale Earnhardt, Mark Martin y otros. Luego ya no corrí en Indianápolis porque en el accidente en Detroit me rompí la muñeca. Pero ahora vine a presentar el auto, conocer a los del equipo, y a apoyar a Michel”, quien debuta en la Busch el sábado.
El crecimiento del automovilismo internacional en México le parece un arma de dos filos a Adrián. “Estamos en un boom, pero me preocupa que el que mucho abarca… Sí, creces mucho y tienes muchas carreras, pero no veo patrocinadores. A los de afuera les puede parecer una mina de oro, pero no es verdad. No veo claro… hay que tener cuidado porque puede afectar todo si no estás preparado, o no tienes la economía, o no hay los patrocinadores, o son los mismo para todos los eventos.” Y no olvida sus raíces al señalar específicamente: “Ahora se ve fuerte NASCAR, pero de Champ Car no he oído de un solo piloto mexicano bien, confirmado. Michel ya se fue, de Mario no se sabe que nuevos patrocinadores vienen, Rodolfo hay rumores... ojalá me equivoque, pero me preocupa bastante”.
Su auto tiene el número 5 y el patrocinios de Lowe´s una cadena de tiendas de materiales y herramientas, con el color azul en la parte delantera, pero atrás tiene el sabor mexicano con un diseño tricolor y las banderas de México y EU en la cajuela, Adrián explicó: “Los muchachos lo pintaron allá y eso muestra lo mucho que les importó el que corra con ellos al ponerme los colores de México en el auto. Fue una sorpresa para mí”.
© CEJV/SHRAC 2005