El segundo festejo y que debe quedar en la memoria de aquellos que lo presenciamos, ( de lejitos ) para no entorpecer a la multitud, fueron las vueltas del auto de Domínguez alrededor del Ángel de la Independencia, No somos futboleros, ya que no andamos pegándole a una pelotita 22 jugadores y en calzones, pero creo que la mejor forma de demostrar que en México si hay una afición que aunque menguada se conserva, fue el haber logrado que las autoridades permitieran llevar más allá de la catedral del automovilismo en nuestro País, esa alegría que representaba un triunfo de podium que a nosotros nos supo a verdadero orgullo, sobre adversidades, malos fillings y lo que ello significa...Un campeón que después de Miami logra casi repetir su hazaña en su propia tierra. Leía una nota hace unos días en este mismo portal cibernético, el mejor de México y América Latina en la que se mencionaba que solo en la disciplina de los Rallys los profetas has sido mexicanos, queda pues demostrado con el triunfo de ese honroso tercer lugar, que también en la Cart hace aire y en las manos de Mario Domínguez.

Ahora bien si Mario demostró ser el mejor Mexicano clasificado en esta carrera, no podemos hacer a un lado, la labor de Adrián Tecate Fernández y de Michael Gigante Jourdain, así como los menciona mi amigo Rodolfo Sánchez Noya ( Me volaba las tortas en el kinder.) que se estaba quedando mudo en la narración del gran premio, por la alegría que desbordaba queriendo hacer sentir a su auditorio, lo que estábamos viviendo en el autódromo Hnos. Rodríguez. Ellos cumplieron y como los buenos, Adrián hizo que los corazones de miles de Mexicanos sintieran la alegría de llevar la punta durante algunas vueltas y Michael ese cuarto lugar no estuvo nada mal, sobre todo, que le da la oportunidad de coronarse subcampeón si logra cerrar con buenos puntos, eso sería el mejor premio a los esfuerzos del grupo de Mexicanos que creen en estos caballeros de armaduras modernas y caballos de acero.