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El gran mundo del deporte motor
Estimados inefables, etéreos e inconmensurables seguidores del olor a combustible de alto octanaje y llanta friccionada.

Esta ocasión tengo que reconocerlo, es una de las más tristes experiencias la que voy a relataros. No es la historia de drama que sería un marco digno para una telenovela, ni intento superar el paño de lagrimas que sería la historia del incomprendido, es más bien un relato para Ripley o por que no una historia incomprensible que daría pie a Federico Fellini para la creación de una obra de cine.


Había una vez, un grupo de incomprendidos millonarios frustrados llamados Fórmula 3 Internacional. En la época que nació esta divina categoría en el medio deportivo nacional, era el niño bonito y todo mundo la quería alquilar como niño Dios para sus nacimientos, hacían cola para intentar siquiera una furtiva mirada de sus protagonistas y cubría con creces toda expectativa creada en su rededor, duelos de primer orden y una organización comparable con las mejores del mundo, equipos uniformados, llenos de patrocinios y las estaciones de televisión peleaban sus derechos por el enorme raiting que de ella emanaba. Salían de sus filas enormes proyectos de ídolos que fueron ascendiendo a la gloria de la fama, fortuna y parabienes de un paraíso deseado por todo aquel que tocaba la dicha del manejo de un Reynard. Dicha que estaba negada a la inmensa mayoría de los mortales y que buscaban acomodo en otras categorías, pero siempre con la mirada fija en la elite que representaba este glorioso y difícil de acceder peldaño a las categorías profesionales. Fue en su momento la mejor escuela que los aprendices de Dioses del olimpo podían tener.

E inclusive esta parte de la historia mexicana estuvo apadrinada por quien en ese momento era el máximo exponente del automovilismo mundial Ayrton Senna Da Silva. Q.E.P.D. Y espero que con un volante en las manos y un acelerador en el pie derecho.

Los amos mayores decidieronse un día a salir de todo campo de competencias, olvidando que tenían entre sus manos no solo el haber traído a México, País de controversias, Dueño de los récords Guinnes en contaminación, asaltos, robo a mano armada, violaciones, paraíso fiscal de defraudadores y cuna de la mordida. El fabuloso mundo de la Fórmula 1 Grand Prix. Si no que también dejaron a nuestra doncella de rizos de oro y ojos azules llamada Fórmula 3.

Inmediatamente no faltó quien en su visión magnánima diera acomodo entre sus proyectos a esta diva que garantizaba espectaculares ingresos y así fue por muchos años.

La envidia, personaje que no puede escapar a ninguna historia digna de serlo y que se precie de ello, apareció en escena y la división no se hizo esperar, grupúsculos de negros tentáculos altamente atrayentes, contribuyeron a la separación de esa magnifica categoría, provocando la creación de un híbrido llamado nacional, nuevamente la idea de un nacionalismo creciente y aferrado a nuestras mexicanas raíces con claros fines de mercadotecnia parte en dos a la célula que debió conservarse original.

La debacle, pensaron algunos, la gloria, pensaron otros y la historia continúa, aún no termina. Ya que esta división de 903 y 933 alentaba a pilotos jóvenes que tenían renovados bríos para demostrar sus inherentes cualidades de valor, arrojo, inteligencia y buen manejo.

Cambiaronse las plantas de poder a unas japonesas y otras alemanas, las primeras con 2400 c.c. y las segundas con dos litros de capacidad y siguieron sus caminos. Ahora eran 2 los interesados en tener a la fórmula 3 entre sus invitados de honor y hacerle los honores, además comparar quien tenía mejores alternativas de demostrar lo demostrable. Una lucha de poder que en toda historia digna de las revoluciones mexicanas no debe dejar de existir. Un tercero en discordia a la distancia, observaba con cuidado los pasos de cada uno de ellos y estaba presto a asestar un golpe magistral de estrategia que haría compañía a su nueva idea, otro Híbrido llamado I.L.P.

Y que mejor compañía para su nueva y creciente idea que llevar a la dividida doncella de rizos de oro y ojos azules ( ya para este altura del partido, los tenía medio amoratados).

Un trato de palabra, que entre caballeros debe prevalecer, fue el cierre de este nuevo negocio, Tú no te metes con los fórmulas y yo no me meto en turismos y ambos vamos contra aquel que te platiqué...jijijijijiji. Frotaronse las manos y dieronse las respectivas seguridades de sus más finas consideraciones.

Prevaleció este trato...Dos años, en los cuales nuestra doncella ya medio pelona, casi sin rizos de oro y con bolsas en los antes divinos ojos azules, provocadas por las desveladas, enojos y olvido de su promotor de eso precisamente, promover, la tenían al borde de la muerte.

Por su parte la otra mitad, los 903, era enterrada y enviada al rincón del olvido, por que su ahora creciente magnate la cambió por una francesa divina, moderna, alegre, jovial y sobre todo con muchísimas perspectivas de convertirse en la única estrella del marco nacional. Desde luego incondicionalmente apoyada por Adolfo Hitler.

Así las cosas se enojaron los caballeros al enterarse de que su trato había sido violado y coqueteaba uno de ellos con otra categoría naciente y con un bump de verdad increíble, las trockas...

La respuesta, fue aparentemente la tablita de salvación de los 933 y una temporada corrieron con el señor del serial del caballo, pero triste realidad la de nuestra princesa, la tenían para barrer el castillo e ir a la tienda de la esquina por los chicles y cigarros.

Quizás, esa hubiera sido una buena intentona de seguir cuando menos apareciendo.

Pero hace su aparición Benito Mussolini y alegremente firma papeles con nuestra princesita para retomar su categoría de Estelar acompañando a otro serial de naciente creación.

La discordia hizo presa a muchos personajes, ¿ Quien es este Benito que nos arrebata e intenta devolver a la golpeada princesita su lugar ? ¿ De donde surge ? ¿ Quien lo invitó al pastel ? Las platicas previas entre los ahora asociados siempre tuvieron un marco alegre, de alta motivación y con alentadoras frases de , "ahora si volverá la Fórmula 3 a su papel estelar".

Adolfo Hitler montó en cólera y empezó a poner todo tipo de trabas para que la naciente idea de su ¿ Amigo ? Benito, no tuviera ni siquiera la posibilidad de arrancar.

Hubo quienes se decían firmantes del trato con Benito y trabajaron a las ordenes de Adolfo para dificultar aún más la aparición en escena de nuestra princesita.

Uno de los socios de Benito, logra la firma de un convenio con autoridades de muy alta jerarquía para el arranque estelar de la fórmula 3. Cabe hacer mención que a dos días del estreno de esta obra, que ya era de teatro, las carreras para formalizar firmas y acuerdos con Adolfo, para su autorización, estaban al límite de rojo 7000 peligro. Los nervios hacían presa de todos los acompañantes a esta comparsa. Por fin se da el adelante, y viene el esperado debut de nuestra renovada fórmula 3. Primera llamada, segunda llamada, tercera llamada y la princesita nunca se presentó en escena. El comandante supremo de las fuerzas vivas que darían el banderazo de salida, llama al socio y le dice claramente...Mi amo y señor no puede darse el lujo de un fracaso de esta naturaleza, así que le enviamos un representante para tapar el ojo al macho y que les vaya bien. Afortunadamente las dobles y triples que acompañaban el espectáculo dieron de sí lo mejor y el público rugió de alegría olvidando a la princesita... Pero bien se preguntarán ustedes. ¿ Que pasó? ¿ que trágico suceso impidió a la princesa de rizos de oro y ojos azules aparecer en escena?
La respuesta es sencilla... La princesa estaba muerta en su camerino. Algún desgraciado traidor le dio una puñalada en la espalda. QUE LA MATÓ.

Esta historia es obra de la ciencia ficción, creada por la calenturienta mente de un servidor de ustedes y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Y como siempre... Hay les dejo mi reputación, para que la hagan pedazos.

Hasta la próxima.
Jaime Torroella