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Amigos
de SportCar
Es un gusto poder volver a contarles lo que he vivido en los últimos
meses. He escuchado de muchos pilotos e inclusive en otros ámbitos
que siempre todo es mejor y más fácil cuando tienes
todo y no te falta nada.
En mi experiencia dentro del automovilismo me he llegado a demostrar
todo lo contrario, pues ante situaciones difíciles he encontrado
el máximo nivel de mi capacidad y me he convertido en el
piloto que soy hoy gracias al hambre de triunfo y el esfuerzo que
me ha tomado llegar hasta aquí.
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Dos
ejemplos muy claros fueron este último año y el comienzo
de 2005. El año pasado me tocó vivir el año más
difícil de mi vida en mi carrera como piloto. Me tocó
correr una temporada que estimaba un costo de alrededor de 600 mil
dólares, de los cuales únicamente contaba con 300 mil. |
Desgraciadamente no pude participar en 4 eventos
que vendría siendo un 25% de la temporada y a pesar de eso
siento que fui bastante competitivo. Antes de subirme al coche en
algunas carreras tenía que firmar documentos en los cuales
me comprometía a pagar el dinero que se debía. Fueron
momentos muy difíciles que me hicieron fallar y cometer errores
con la presión generada pero me hicieron crecer más.
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Hace una semana me encontré en una situación
similar pues después de mucho trabajo para poder estar en
la Toyota Atlantic frente a mi público, me enfermé
el sábado por la mañana. No me gusta dar excusas y
a pesar de que me enfermé, tomo completa responsabilidad
pues yo soy el único encargado de mi salud y probablemente
no tomé los cuidados necesarios para estar al 100% en este
evento. Creo que fue un buen resultado pues el equipo era nuevo
y siento que no di todo lo que pude. Sin embargo, lo que más
me entristece es el hecho que no pude disfrutar el fin de semana
debido a mi mal estado de salud.
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Faltaban 5 minutos para el anuncio de START YOUR ENGINES y yo me
encontraba en la camioneta de mi padre con un doctor tratando de
tomar una decisión si tomar parte de la carrera. Normalmente
ante cualquier malestar no tendría ninguna duda de subirme
al coche pero en esta ocasión sentía que me quería
desmayar y mi temor era que me sucediera algo en la carrera. Hubo
algo en mi interior que me dijo que me arrepentiría el resto
de mi vida si no me subía al carro y que de alguna manera
había sobresalido a situaciones de igual magnitud por lo
que decidí subirme al carro.
El inicio de la carrera fue ayudado por la adrenalina generada.
Después de 8 vueltas me di cuenta que estaba dando más
de lo que podía y a pesar que en esos momentos era el coche
más rápido en la pista decidí que el tercer
puesto era lo mejor que podía hacer y bajé un poco
el ritmo.
Recalco que no es una excusa, realmente no
se que hubiese pasado si yo hubiera estado al 100%. Creo
que los coches punteros estaban fuertes y hubiera sido muy
difícil ganarles. Creo que es importante reconocer
que no pude dar lo mejor de mi gracias a no haberme cuidado
como debía.
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Por
esta razón además de agradecer a mis patrocinadores
(Roshfrans, ToditoCard, Aviacsa, Roca Acero, Madisa y Koviva) me
gustaría disculparme y estoy seguro que para Portland estaremos
más fuertes y en mejores condiciones para pelear por el primero.
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David
Martínez
Correo electrónico:
davidmtz8@hotmail.com
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