(Patrese, Mansell y Schumacher en el último podium
de GP de México en 1992)
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En
1985, y tras la iniciativa del Ing. Pascual Ortiz Rubio, Presidente
de CODEME en ese entonces, para traer la Fórmula Uno a México
y después de comentarlo en Europa con los Sres. B. Ecclestone
(FOCA) y J.M. Balestre (FIA), pues además de haber representado
a la FIA en México de 1978 a 1987, coordiné y todavía manejo
las Relaciones Publicas del "Rebaque Formula One Team" e incluso
pude arreglar todo para que compitiera el piloto mexicano Hector
Rebaque en el equipo Brahbam de F-1 al lado de Nelson Piquet,
en ´80 y ´81, equipo propiedad en ese entonces del Sr. B. Ecclestone,
por lo que mis relaciones de Fórmula 1 -eran y son- de lo mejor,
tuve los conocimientos y la credibilidad necesaria para que
se le otorgara a nuestro país, otra vez la sede para organizar
el Gran premio de México.
También tuve el honor de reproyectar para actualizar el Autódromo
Hnos. Rodríguez con los estándares de la FIA y en virtud de
que los Hnos. José y Julián Abed, cumplieron con
los requisitos que la FIA y la FOCA solicitaban, incluyendo
las obras del autódromo, y gracias a que se tenían todos los
avales del Gobierno Federal y del D.F., la FIA aprobó la fecha
para México, para Octubre de 1986, empezándose a trabajar desde
1985.
Las velocidades que los autos de F-1 alcanzaban en esa era de
los Turbos, eran -nada mas- de alrededor de 300 Km./h en 500
metros, por lo que el autódromo, diseñado a fines de los cincuentas
para velocidades tope de 250 Km./h., no reunía los requisitos
necesarios, por lo que se procedió a su remodelación.
La Federación Internacional del Automóvil (FIA), así como la
Formula One Contructors Assosiation (FOCA), requerían una serie
de adaptaciones como: desgraciadamente eliminar la impresionante
curva espiral (por tener radio decreciente y falta de escape).
Se buscó entonces frenada de alto rendimiento al final de la
recta principal, para tener zona de rebase y con un escape de
doscientos metros (según las tablas correspondientes), con una
curva a noventa grados y después otra, para conectarse a la
recta, que lleva a la curva Presidencial (complejo "Moisés Solana").
La parte conocida como "el estadio", por las tribunas que rodeaban
la zona, que era la parte que mas tiempo se veía a lo autos
(46 seg.) se conservo, pero le proyecté y se les hicieron los
escapes necesarios.
La horquilla ó " harpin" también la eliminé (por no tener escape).
Las "eses" se quedaron igual, salvo escapes nuevos. A la curva
Peraltada se le redujo la inclinación, pues no tenia el escape
adecuado para ese peralte y ese tipo de autos podrían haber
salido volando, de no reducirse la inclinación, a la Av. Churubusco
también le diseñé una zona de escape, a la salida de esa curva
peraltada, hacia la recta principal y le dí un ancho
constante a toda la pista, que antes no tenía.
(Roberto
Moreno en Benetton, 1991)
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(Erick
Bernard en Larrouse, 1991)
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Lógicamente
se demolieron los pits, pues eran obsoletos. La torre de control,
además de estar fuera de estándares, estaba mal ubicada, a la
orilla de la pista y proyecté y se construyeron Torre y Pits
nuevos. Se tendió una carpeta de asfalto nueva, construyéndose
además un hospital y sé amplio la tribuna principal, y se instalaron
otras tribunas más, entre otras cosas.
Se realizaron entonces los premios desde 1986 siendo los ganadores:
Gergar Berger en Benetton; en ´87 Nigel Mansell, en Williams;
´88 Alain Prost; en ´89 Triunfó Ayrton Senna, los dos en Mclaren.
En 1990 ganó A. Prost con Ferrari y ´91 fue para Ricardo
Patresse y en ´92 otra vez para Nigel Mansell, los dos en Williams.
Siendo ese el último año del Gran Premio de México.
Pero lo que no se pudo solucionar fue la problemática del subsuelo,
ya que, como mencioné en mis columnas
anteriores, lo inestable del terreno afecto su comportamiento,
aunado que en los setentas se construyó la línea del Metro Elevado
y se tuvieron que abatir las aguas freáticas de manera
importante (al desecar todavía mas la zona) para alojar la cimentación
del Metro, lo que vino a generar aun mas inestabilidad al autódromo
y por lo tanto, a pesar de haber asfaltado totalmente, el movimiento
del subsuelo "arrugaba", y todavía lo hace, a la pista. Además,
por ahí pasa una grieta, precisamente en la entrada a la curva
peraltada (en el sentido del reloj), lo que impide, a altas
velocidades, tomarla bien. Esa grieta pasa también por los pits
y se puede apreciar a simple vista.
A partir de entonces, al autódromo Hnos. Rodríguez, se le ha
hecho mantenimiento pero aun así, debido a los altos estándares
actuales internacionales, no está en condiciones de albergar
un Gran Premio ni una carrera del serial CART (salvo adaptaciones).
A últimas fechas se le construyeron, en la zona de la horquilla,
las estructuras para la misa Papal, así como el " Foro Sol",
para complicar aun mas la vida normal del Autódromo, ya que
en al curva peraltada no hay visibilidad ni los escapes requeridos,
por el puente que le construyeron.
Se dice que el autódromo Hnos. Rodríguez tiende a desaparecer.
Este inmueble debería ser considerado Monumento Nacional por
los grandes pilotos que ahí han participado, por las grandes
hazañas que ahí se han realizado y por desgraciadamente, el
fatal accidente del talentoso volante mexicano: Ricardo Rodríguez.
Ojalá y sí se recupere, con lo que se dice será la segunda
fecha de la CART, en nuestro País. Con este articulo termino
la serie de tres, de "El Autódromo Hnos. Ricardo y Pedro Rodríguez".