Lo más inquietante de estas semanas de verano son los accidentes que nos han costado la vida de un futuro F1, Henry Surtees, y, quizás, la carrera de Felipe Massa. Por supuesto, la FIA ya ha lanzado una investigación de ‘pozo tapado después del niño ahogado’, y veremos si ese legado de seguridad en las pistas del que tanto hablaba Max Mosley realmente es cierto o pura palabrería.
El accidente de Henry fue bizarro, nadie puede evitar una llanta que sale disparada hacia uno y no hay ni décimas de segundo para reaccionar, además de que lo tomó en la bajada de un columpio y no hubo oportunidad de acción evasiva. Pero hay que recordar que la F2 fue introducida como la solución de bajo costo de la FIA para ser un semillero de pilotos –buen concepto–, pero por lo que vimos, el bajo costo no incluía las cuerdas que retienen las llantas en caso de un impacto (las cuales a veces también se rompen, pero de algo sirven). Autogol número uno, categoría barata sin cuerdas retenedoras cuesta caro en vida humana, y paga el luto John Surtees, uno de los grandes campeones de la historia y miembro de la sección internacional de la Scuderia Rodríguez, por cierto. Suena como a una burla de la parca, pues tanto la evadió John incluyendo aquel accidente en el Lola en Mosport que lo tuvo en cama el final de 1965, y su hijo no tuvo tanta suerte. El destino es cruel y te pega donde más duele.
A menos de una semana sigue el accidente de Felipe Massa en la Q2 en Hungría. Y esta vez por un resorte que se le rompe al auto de Rubens, brinca durante cuatro segundos (por eso es resorte) y le pega a Felipe en el casco y le desgracia la carrera – esperemos que no SU carrera. Y habría que pensar que fue otro accidente raro e inevitable, ¿pero que tanta presión le pone Brawn GP a un resorte para que se rompa, o es fatiga de materiales (bajo control de calidad) o la actualización aerodinámica que ensayaron para Hungría no funcionó y causó la rotura? Algo hay ahí, especialmente cuando notas que los del equipo trabajaron todo el receso y la Q3 hasta faltando como 4 minutos, para modificar algo en la parte trasera del auto de Jenson. ¿Entonces no fue tan inevitable el accidente si algo se hizo a posteriori?
Pero también han renacido las decisiones controvertidas de la FIA, con un castigo absurdo que, espero yo, sea rectificado en la apelación que se desahogará antes del GP de Europa. Dicen que Renault deja salir a Alonso de los fosos con una llanta no asegurada, a sabiendas. Pues yo me permito dudar de la sabiduría de los comisarios, que ya han demostrado su incompetencia ‘N’ veces; la repetición no muestra duda del mecánico que la pone en el lado derecho delantero, levanta su mano, queda satisfecho y nadie, repito, nadie, manda a su piloto sabiendo que va a tener un problema. Vean el artículo de las paradas en los fosos de F1 Racing de septiembre (págs. 48-49) y entenderán que nadie lo hace a propósito. Se te puede ir una, pero el castigo es desproporcionado y señal de la presión que existe para decir que la FIA está haciendo algo al respecto.
¿Saben donde está el problema? Que en su afán de cortar costos se han prohibido las pruebas en temporada y Brawn llega con un nuevo paquete de piezas que incluye alerones, cubiertas del motor y mas, y los prueban en Hungría y falla en la Q2. Esto se hubiera detectado en el primero o segundo día en Jerez o Portimao o donde hubieran ensayado los Brawn GP, si no existiera la regla. Ese es el problema, y es el segundo autogol que se meten por cortar costos.