Como se aprecia, el debut de Ricardo fue en un equipo grande, y sólo Vettel debutó en un equipo de buen nivel, los demás fueron equipos de media tabla para abajo, los que dan oportunidad a los jóvenes, mientras que Ricardo se ganó su  oportunidad con grandes actuaciones en circuitos como Le Mans, Targa Florio, Nürburgring y Sebring, donde lideraba con su hermano pedro las grandes pruebas de resistencia. Pero la diferencia enorme es que Ricardo debutó en primera fila de una parrilla de 32 autos (sí 32, no es error de dedo), de 37 inscritos y 33 que entrenaron, en el circuito mixto de ruta y óvalo de Monza, que medía 10 kilómetros por vuelta, y lo hizo el viernes 8 de septiembre de 1961. Su Ferrari era el modelo viejo con motor V6 de 1.5 litros, pero ángulo de 65º, lo que daba unos 10 caballos menos de potencia que el nuevo de 120º que usaban sus coequipero Phil Hill, Richie Ginther, Wolfgang von Trips y Giancarlo Baghetti, todos ellos ganadores de grandes premios en su carrera.
Y lo impresionante es que tras los entrenamientos y la calificación del sábado 9 de septiembre, sólo el conde alemán pudo superarlo por una décima en lo que es probablemente el debut más impresionante de la historia de la F1. Y Jaime, con todo su palmarés y horas de simulador y todo, anduvo último de 20, a 766 milésimas del penúltimo, su coequipero, así que vemos lo que hay entre debutar y estelarizar en su debut. Una cuestión es de mérito, otra de tener un récord como miembro del reparto.
Y a esa edad Ricardo había ganado o estado en el podio en todas las grandes pistas de resistencia corriendo contra los ases de la época, Clark, Moss, Brabham, Hill, y era reconocido como uno de los grandes pilotos del mundo. Los otros debutantes pues no tenían el palmarés de Ricardo y aunque pueden llegar a ser grandes, ciertamente no lo eran a los 19 años, ni Jaime, ni Fernando, ni Esteban, ni Chris ni Sebastian, y mucho menos Mike, quien fue campeón de F1 pero en F1 no hizo nada.  Esa es la diferencia entre un prodigio joven y uno que es bueno y puede o no escalar las alturas. Ricardo fue un grande y les dejo este artículo de su debut por si no han podido leer su biografía. Obviamente, está tomado del libro Los Hermanos Rodríguez, del cual soy autor.
1961: En Italia, a raíz de la impresionante actuación en Le Mans 1961, Enzo Ferrari le pregunta a Luigi Chinetti, dueño del NART, exactamente cuándo van a irse a probar los Rodríguez. Ferrari quiere que Chinetti evalúe la posibilidad de ofrecerle un monoplaza a los dos mexicanos en la Scuderia. Luigi cree que ellos aceptarían encantados y quedan de acuerdo en que él les hará la oferta y en cuanto sepa de su aceptación se pondrá en contacto con don Enzo para que se formalice. Ferrari le aclara que ellos estarían a prueba tendrían la oportunidad de ser considerados para el equipo como pilotos pagados en 1962. Chinetti le contesta que más vale que tenga dos vacantes, pues ambos son excepcionalmente buenos. De inmediato, Luigi habla con ellos ampliamente como preludio a la negociación con don Pedro Rodríguez. Ricardo está ansioso por la oportunidad, pero Pedro no parece tan interesado en ella y eso a Luigi no le sorprende pues sabe que Ricardo es mucho más impetuoso y Pedro piensa un poco más las cosas, pero no sabe que a Pedro no le agrada el trato un poco intrigante entre los pilotos del mismo equipo y el favoritismo que percibe hacia algunos. Cuando Luigi platica con don Pedro, éste ya está ablandado por el entusiasmo de Ricardo y aunque hablan de algunos números no acuerdan una cifra, pero sí unas pruebas en Italia para ver cómo se comportan los pilotos con los monoplazas. Chinetti le reporta a Ferrari que los Rodríguez están listos para tener una prueba y entonces es el propio Enzo, a través de sus asistentes, el que se comunica con ellos a París y les hace la invitación oficial para que lo visiten.
Pedro se excusa por motivos de trabajo y regresa a México con sus papás y Angelina, pero Ricardo va entusiasmado a probar a Italia y es recibido el Comendador que se sorprende al verlo con un bigote que no le añade edad y razona que a los 19 años ha presionado a sus experimentados pilotos, Gendebien de 37 años, Phil Hill de 34, Ginther de 31, von Trips de 33, Mairesse de 32 y Parkes de casi 30. Ricardo le cae muy bien, es muy simpático e inquieto pero a la vez tiene muy buena educación y modales de caballero y a la hora de subirse al Ferrari 156 marca muy buenos tiempos en un auto de reserva en el autódromo de Módena. Don Enzo está entusiasmado y aunque Ricardo está listo para correr en la siguiente fecha, quedan en que debutará hasta fin de año pues antes tiene que integrar a Baghetti con el equipo, como exige la prensa italiana.
Ferrari decide debutar a Ricardo en Italia y presentar otro auto para Baghetti bajo la bandera del equipo de Dragoni. Chinetti le avisa al mexicano que corre el 10 de septiembre en Monza y le sugiere que esté un par de semanas antes para lo que se necesite. Ricardo y su esposa salen de México el 28 y llegan a Milán días y ahí va Lorenzo Bandini por ellos para llevarlos a Monza a conocer la pista en un Alfa Romeo Giulietta. Regresan a la ciudad y al día siguiente, 2 de septiembre, viajan por tren a Módena en donde son recibidos por un chofer de Ferrari; se quedan en el Hotel Palace y Ricardo va a ver al Comendador a Maranello.
Don Pedro llega a Milán con algunos periodistas mexicanos a presenciar el debut de Ricardo. Pedro no va pues está recién retornado de la luna de miel y tiene carreras mexicanas programadas. El jueves 7 en la mañana desayunan con Von Trips, quien ha llegado de Alemania para competir y, según los periódicos, sellar la conquista del campeonato. Se van juntos al autódromo de Monza y comparten los fosos con él pues Ginther y Phil Hill están en otro asignado a Ferrari y Baghetti en el del equipo Sant’Ambroeus teniendo como vecino a Bandini. Hay 37 pilotos inscritos para esta carrera aunque solamente 33 autos aparecen y se usará el circuito de 10 kilómetros que añade el óvalo de alta velocidad a la tradicional pista de 5,750 metros, tal como en 1960, en 43 vueltas programadas. Los equipos británicos no intentan boicotear la carrera, quizás porque saben que el campeonato está definido para Ferrari y habrá espectáculo con o sin ellos. La lista de inscritos la encabezan precisamente los cuatro Ferrari oficiales, para Von Trips (#4), Ricardo (8), Phil (2) y Ginther (6), aunque el de Ricardo era el muletto con el antiguo V6 a 65 grados de apertura que daba 180 caballos a 9,000 revoluciones y todos los demás tenían el nuevo motor de 120 grados que daba 190 a 9,500. El quinto Ferrari estaba asignado a Baghetti (32) y era otro 156 con motor nuevo. Hay dos BRM-Climax para Graham Hill y Brooks, dos Porsche de fábrica para Gurney y Bonnier y el privado del conde De Beaufort; los Cooper Climax oficiales son para Brabham y McLaren, pero aparte está Jack Lewis con el suyo, dos del equipo Parnell para Salvadori y Surtees, uno prestado por Rob Walker para Jack Fairman, quien manejaba un Ferguson P99 a principios de temporada, y tres Cooper-Maserati: dos inscritos por la Scuderia Centro-Sud de Guglielmo ‘Mimmo’ Dei para Bandini y el debutante italiano Renato Pirocchi, y el del francés Trintignant. También llega el viejo Emeryson, con un Climax de cuatro cilindros, para André Pilette. Hay tres autos de Alejandro de Tomaso, dos con motores OSCA, para Businello y Roberto Lippi, y uno para Vaccarella, con motor Conrero-Alfa Romeo derivado del Giulietta. También hay nueve Lotus: los dos 21 oficiales de Clark e Ireland; el 18/21 de Rob Walker, para Moss; otros 18/21 para Henry Taylor y Masten Gregory; los 18 privados de Tim Parnell, Wolfgang Seidel y Gerry Ashmore y el único con motor Maserati, un 18 para el príncipe Gaetano Starrabba. Finalmente, está el JBW con motor Maserati construido por el piloto J.B. ‘Brian’ Naylor y su mecánico Fred Wilkinson; era similar al Cooper, pero con motor Maserati 150S y caja Colotti de cinco cambios. Los organizadores deciden aceptar a todos siempre y cuando tengan un tiempo que no sea menor al 115% del más rápido; al final sólo Pilette, quien marca 3’11.6”, será eliminado y arrancarán 32 pilotos.
El viernes 8 empiezan las prácticas y Ricardo está descontento cuando se entera que le toca el muletto pues pensaba que lo iba a usar Baghetti al no ser inscrito oficialmente por Ferrari, pero están en Italia. Sin embargo, es un chasis nuevo, el 006 recién construido y el tener equipo inferior lo motiva a marcar un buen tiempo terminando el día con el tercer mejor registro, 2’49.6” a un promedio de 212.264 kph; también usa el auto reserva (el viejo 008, triunfador en Reims) marcado con una ‘T’ en los costados, pero no le encuentra mejora alguna pese al motor de 120 grados y decide quedarse con su muletto. Lo superan Ginther con 2’46.8” y Phil con 2’48.9”, pero von Trips hace 2’50.3” y Baghetti es el más lento de Ferrari con 2’53.4”; algunos de los mejores pilotos de equipos ingleses (Moss, Brabham) estrenan el V8 de Climax, pero tienen problemas de carburación quedando atrás de Ferrari; por su parte, Graham Hill estrena el V8 de BRM y lo encuentra mejor que el Climax. Phil está un poco molesto pues siente que su auto no jala suficientes revoluciones en alta, pero el Comendador le dice que el problema es que ya no tiene el pie tan pesado, clásico comentario motivador. Analizan sus tiempos y descubren que el problema está en el óvalo y Hill insiste en que hay algo en la transmisión y también pide un parabrisas ligeramente más alto lo cual acarrea más burlas de don Enzo cuando se entera. Finalmente el especialista en transmisiones revisa el auto y encuentran que tiene primera, segunda, primera, segunda, tercera y cuarta sin quinta ni reversa. Los mecánicos son regañados y Hill se tranquiliza pues sabe que podrá ser más rápido. También recuerda que toda la temporada han tenido problemas en 9,300 revoluciones pues en ese rango se rompían los resortes de las válvulas. En Reims, pista de tres rectas muy rápidas y largas donde los autos se mantienen en el tope durante largo rato, lo sufrieron, cosa que no se repitió en Inglaterra por la lluvia y en Alemania por lo trabado del circuito. Phil decide que para la carrera va a necesitar un motor nuevo pues en el segundo día de entrenamiento va a usar su táctica de quitarle camber a las llantas traseras y ganar unas revoluciones en consecuencia, lo cual seguramente provocará la falla en las válvulas y eso lo evitará con el cambio.
Para el viernes en la noche, llega Hugo Delgado de Suiza. Se hospeda en el hotel con ellos y les pide que le platiquen de México, lo cual don Pedro hace con gusto pues es el que tiene noticias más frescas. Se van a dormir temprano pues Ricardo quiere demostrar lo bueno que es en Monza al día siguiente; en la mañana cuando desayunan todos juntos Ricardo platica ampliamente con Fangio acerca de la pista y el argentino le recuerda su secreto, el cual decide usar en las calificaciones. Se van todos juntos al autódromo con Von Trips en caravana y ahí siguen analizando la pista. Phil pone sus ideas en práctica y mejora a 2’47.2”; Ginther se queda con el mismo tiempo, pero el conde marca 2’46.3” y el sorprendente Ricardo encuentra una vuelta en la cual llega solitario a la Curva Grande, aplica el secreto de Fangio y marca una décima más que el alemán para obtener el segundo puesto ante la algarabía de los mexicanos. Cuando Ricardo se baja y le avisan el tiempo, se funde en un abrazo con don Pedro. Luego va con Fangio y le da las gracias discretamente, ante la sonrisa enorme del argentino.
La parrilla de salida será de 2x2 en esta ocasión (había sido de 4x3 y 3x2 anteriormente) y los ingleses protestan pues eso les daría ventaja a los Ferrari impidiendo que los autos se agrupen, pero los organizadores no hacen cambios. Ferrari ocupa los cuatro primeros lugares y luego vienen Graham Hill, con 2’48.7” en quinto, y Baghetti, en sexto a tres décimas. Graham no está seguro de la confiabilidad del V8 y decide usar el Climax en la carrera, igual que Moss. Clark es séptimo con Bonnier completando la cuarta fila y luego les siguen Ireland y Brabham cerrando los 10 mejores.
Don Pedro está feliz y esa noche invita a cenar a Fangio y Von Trips y todos festejan en Milán. Después de que Fangio se retira todavía tienen ánimos para jugar ‘futbolito’ de mesa en el hotel; van Ricardo y el ‘Flaco’ Barrios contra Hugo Delgado y Von Trips y gana Ricardo, pero le promete la revancha al conde alemán al día siguiente. Mientras tanto, Phil ha pedido un motor fresco para la carrera, pero ya están cambiando uno para Von Trips, quien también lo había pedido y le dicen que no hay tiempo de hacerle el cambio. Phil sabe que le deben una por lo de la caja defectuosa del primer día y ofrece levantarse temprano y adecuarlo con sus mecánicos. Se decide que le traerán uno en la noche de Maranello, pero lo dejarán para ser acabado en cuanto a conexiones y mangueras el domingo en la mañana.
Phil se levanta al alba para arreglar carburadores y demás y cuando su auto está listo practica arrancadas en los caminos del autódromo hasta que decide que todo está bien y el 156 es llevado a los fosos. Para Ricardo el 10 de septiembre es un gran día. Se convierte en el piloto más joven en debutar en un Gran Premio oficial a la edad de 19 años y 208 días. Lo hace en Ferrari y en primera fila, con un tiempo solamente inferior al del líder del campeonato mundial, usando un auto con motor de versión antigua que da una desventaja de cuando menos 10 caballos de fuerza. La gente está impresionada, pero los que lo conocen saben que Ricardo ha batido a la mayoría de los presentes en carreras en diversos lugares del mundo y conocen su capacidad al volante. Los titulares de los periódicos italianos dan un lugar prominente al mexicano y algunos lo empiezan apodar el ‘Pequeño Nuvolari’ en razón a su corta edad y su gran destreza. La mayoría de los 150,000 tifosi presentes saben que un Ferrari va a ganar y el favorito racional es Von Trips, aunque hay un buen grupo de seguidores de los pilotos estadounidenses; Ricardo es considerado la incógnita y Baghetti, el favorito sentimental aunque corre para un equipo ‘privado’. El campeonato no está decidida pues como Phil y von Trips tiene ya sus cinco mejores resultados, tienen que empezar a descontar los más bajos y eso le añadiría seis puntos al alemán en caso de ganar y cinco al estadounidense, pero el conde asegura el campeonato terminando primero y Phil necesitaría ganar y esperar el resultado de Watkins Glen.

En la mañana, Innes Ireland le cede su Lotus 21 a Moss para permitirle una oportunidad de pelear el campeonato y toma el híbrido 18/21 del inglés, los cuáles repintan y renumeran rápidamente. La salida está programada para las 15:00 horas y hace mucho calor por lo que los pilotos de Ferrari se refugian en los fosos y tienen una junta con el director, Romolo Tavoni, una hora antes, a fin de terminar de detallar la táctica pues don Enzo ha regresado a su casa. Tavoni les recuerda que todos los autos tienen cajas con una primera velocidad larga que les dará ventaja en carrera, pero no en la arrancada, por lo que son advertidos de tener cuidado al principio y no dejarse envolver por los demás autos pues eso haría más difícil su escape a la punta. Ricardo recibe una especie de sugerencia de no dejarse llevar por el ansia de victoria y dejar que sean Phil y Von Trips lo que triunfen, pero es obvio que Tavoni no conoce a Ricardo pues este no es de los que aceptan dejar ganar a otro piloto, ni a su hermano siquiera, si tiene la oportunidad de hacerlo él. Alguien le pregunta si piensa apoyar a Phil o a Von Trips en la lucha por el campeonato, pero Ricardo se ríe y contesta: “A Richie”, y las risas rompen la tensión. Al terminar la junta se marchan a sus fosos y Ricardo se viste con su traje de piloto completamente blanco con un parche de Esso en la parte superior izquierda del tórax y se calza unos mocasines blancos que hacen juego. Usa su sombrero de palma favorito y se pone a platicar con Von Trips un largo rato pues han hecho una buena amistad en pocos días. Luego desea suerte a sus coequiperos, Ginther, Phil y Baghetti y regresa a los fosos a aislarse. Sara es mandada a una silla en los fosos para cronometrar y Ricardo se pone el casco amarillo, los goggles en el cuello y se calza los guantes tipo ciclista con los dedos descubiertos. Se despide de don Pedro, quien lo encaminan a su auto. Se sube a la cabina, se sienta ajustando su posición hasta que está cómodo y espera a que los organizadores vayan vaciando la recta de salida. El circuito se corre con la pista normal primero y al salir de la Parabólica se toma la recta de meta para entrar al óvalo y se sale de éste en la recta por la parte de atrás empezando el circuito nuevamente; en cada vuelta los autos pasan dos veces por la meta, en la parte interna de la recta antes de entrar al óvalo y en la parte externa para completarla.