El domingo se corrió el GP de España, inicio de la temporada europea de la Fórmula Uno, y nos trajo, entre muchas otras cosas, una muestra clara de que las viejas mañas de Ross Brawn siguen activas y no sólo en cuanto a hacer trampa con las clásicas excusas de “no sabía”, “se me olvidó”, “fue un error” y demás que ha utilizado en su exitosa carrera (lo que demuestra que la trampa, a veces, si se logra). Lo que evidenció es que ahora ya eligió quien es el piloto número uno del equipo, y al cual le va a apostar Brawn GP, por lo que casi escogió al futuro campeón del mundo y es de habla inglesa, no portuguesa.
En el número actual de la revista F1 Racing Mexico (el #12 que trae al auto Brawn en la portada), hay una entrevista grande muy ilustrativa del fenómeno que fue rehacer el equipo en tan poco tiempo, aunque contando con la sólida base de HondaF1. Pero lo más interesante está casi al final cuando Rubens dice, y cito textual: “Lo único que pedí cuando salí de Ferrari fue tener un auto competitivo con la libertad que nunca tuve en Ferrari…Tardó tres años, pero ya lo tengo”.  O sea, que Rubens pidió la oportunidad de enfrentar a su coequipero en igualdad de circunstancias, lo que nunca tuvo en Ferrari, pues ahí el número uno indiscutido era precisamente Michael Schumacher. Rubens era conocido internamente en Maranello como ‘Twobens’ (two es dos) pues era el piloto número dos y así lo aceptó una y otra vez por razones que solamente él conoce. Y el director del eequipo era precisamente Ross Brawn, quien había dirigido al equipo Benetton cuando el ‘Schuminator’ fue campeón en 1994 y 1995, por lo que su liga con el alemán era muy estrecha.
Y no estoy diciendo que Rubens fuera mejor que Schumacher, no va por ahí el asunto. Pero nunca tuvo la mínima oportunidad de demostrar que podía pelearle al alemán, la opción no existía. Punto. Y se fue a Honda, a donde llegó el año pasado Ross Brawn  y renovaron lazos. Al iniciar la campaña 2009, Rubens sabía del buen auto que tenían para este año y por eso no cejó en su afán de manejar para el equipo, y como vemos en la entrevista citada, pensaba que iba a tener oportunidad de recibir un trato parejo. Pero es un brasileño en un equipo netamente inglés y eso nunca funciona, a menos que tu talento sea muy superior como en el caso de Nelson Piquet y Nigel Mansell, que por muy veloz que fuera el león británico, no era un piloto tan completo como el (entonces) bicampeón carioca.
Total que empezó la temporada 2009 y la balanza se cargó del lado de Jenson rápidamente, con el equipo de sede británica apoyando a uno de los suyos, pero el colmo fue en Montmeló. Ahí salió en tercero Rubens, hizo una espectacular arrancada (aún con más combustible que Button) , lo pasó y procedió a alejarse del él, pero entonces Ross Brawn mandó un cambio de estrategia, que era a tres paradas, para poner al inglés en una de dos y con eso le ganó la batalla al brasileño. ¿Qué no se supone que había paridad? ¿Entonces, por qué se cambia la estrategia del que va segundo y más ligero, en vez de la del líder? ¿Por qué no se protegió el liderato de Rubens y se permitió que Jenson le diera alcance en los fosos y se ahorrara 22 segundos de una parada extra para ganar la carrera, que de otra manera hubiera perdido por más de 10 segundos? ¿Es esa la libertad que se le prometió a Rubinho?

Lo que se ve no se juzga y es obvio que Brawn ya decidió que Rubens no pasará de ser el ‘Twobens’ de siempre, y ellos fabrican a un campeón basado en el engaño que le hizo Ross Brawn como jefe de la comisión técnica en la FOTA a todos sus compañeros de área en los otros nueve equipos de F1. Planteó con mala leche (aunque alegue que es incapaz) la cuestión de apretar las reglas de los difusores y cuando todos se opusieron dejó unos huecos reglamentarios ya con la idea de lo que iba  a desarrollar en mente, algo que la mayoría (considerable, del 70%) consideraba ilegal. Y ahí está el resultado, su auto es más veloz que el resto. Pero a la vez, rompió el espíritu de la regla porque todos acordaron que las restricciones de los difusores eran para hacer que hubiera más rebases y eso lo pudimos comprobar en las primeras fechas, con muchos rebases y los autos chupándose el aire del de adelante, algo que antes no se podía. Pero en España, con los difusores de doble plano al estilo Brawn, ya no se pueden acercar a los autos de adelante, como vimos con Vettel correteando infructuosamente a Massa toda la carrera hasta que se le acabó el combustible al paulista. O sea que además de alevosía, premeditación y ventaja, los alerones tipo Brawn también traen el rompimiento del espíritu que se había propuesto para mejorar la acción en la pista. Por ese solo hecho, como espectado, Ross entra en mi lista de personajes nefastos de F1; aunque haya ganado mucho, más grandes han sido sus trampas y en cierta forma son responsables de la muerte de Ayrton (lean columnas anteriores de hace muchos años para que entiendan).