Tiene mucho tiempo que he dicho que un buen diseñador es tan importante como un buen piloto en la F1 moderna y creo que el resultado del GP de China me regresa la razón. En el reciente número 11 de la revista F1 Racing edición México, el primero que me tocó dirigir, estaba yo haciendo la adecuación de páginas con referencia a la edición inglesa y noté que había un artículo del número anterior que había sido omitido y hablaba de Adrian Newey cuestionando si todavía podía diseñar un auto ganador. Se me hizo muy importante en el contexto actual de la F1, sobre todo porque yo veo al RB5 (o STR4, que es lo misma gata, pero con motor Ferrari) como el auto mejor logrado de la máxima categoría acorde a las nuevas reglas. Lo incluí un poco con calzador y el instinto me dio la razón: en China se demostró que el mejor auto en condiciones de igualdad, como las que propicia la lluvia, era el auto diseñado por Newey. Y lo paradójico es que el hombre estaba en la base inglesa del equipo austriaco diseñando un nuevo tren trasero con un difusor de doble altura para competir contra los autos de Brawn, Williams y Toyota, que generan mucho más agarre aerodinámico con sus hoyos y alturas adicionales en los disputados difusores.
Ya en 1998, cuando se anunció que Ron Dennis había contratado a Adrian Newey con un megasueldo de millones de dólares para llevárselo de Williams (donde había diseñado los autos campeones de Damon Hill y Jacques Villeneuve), yo comentaba que el campeonato estaba decidido de antemano con esa contratación y que lo que sucediera en la pista sería la simple confirmación, y, por una, le atiné a la idea, pues Mika Hakkinen fue bicampeón con autos de Newey en 1998 y 1999, cuando el piloto más veloz era nada más y nada menos que el ‘Schuminator’, aunque sus Ferraris no estaban a la altura del manejo del alemán. Posteriormente, se le fue quitando la motivación y vino el dramita aquel de que lo contrató Jaguar cuando Bobby Rahal dirigía la escuadra al alimón con Niki Lauda, pero Ron Dennis montó en cólera y esgrimió argumentos legales para no dejarlo ir. Total que finalmente regresó a McLaren y terminó yéndose a Red Bull tiempo después, que era el mismo equipo Jaguar, pero con otro dueño, nombre y motivación. Muchos pensaron que era el fin de Newey con un presupuesto de equipo chico, pero los autos fueron rápidos y en 2007 vimos que con el Toro Rosso STR3 le dio la victoria a los suyos en Italia y ahora la refrendó en China con el RB5, pero representando a la escuadra Red Bull Racing.
Coincidentemente, o quizás no tanto, ambas victorias vienen a manos de Sebastian Vettel, el talento joven más impresionante que ha tenido la F1 en los últimos años (olvídense de Alonso, Hamilton y los que se les ocurran, ellos no hubieran ganado en un Minardi –esa era la escuadra ahora llamada Toro Rosso). Y las dos veces h sido en la lluvia. No sé si recuerden que la lluvia es, dicen, el máximo ecualizador pues los autos no son tan rápidos y las diferencias se reducen a la mínima expresión, por lo que el mejor piloto generalmente brilla en ellos. Y lo mismo aplica para los autos, pues las desventajas en materia de difusores no son tan evidentes porque la lluvia reduce la velocidad y la necesidad de carga aerodinámica adicional, y realmente es el mejor auto el que se impone. Y el mejor auto ha resultado ser el RB5 de Adrian Dewey. Y ya sé que piensan que en Malasia también llovió y no ganaron los RB, pero para cuando se soltó el agua Vettel ya estaba fuera y Mark Webber remontó para terminar sexto, así que las pruebas están ahí.
En la entrevista relatada, Newey dice que aspira a más retos en la F1, pues las reglas cada vez permiten menos libertad a los diseñadores; hay que celebrar que las nuevas reglas le han dado un reto en 2009, y la reinterpretación de los difusores le han presentado uno adicional, pues eso significa que no se aburrirá pronto Adrian y seguiremos disfrutando de sus modelos en los años venideros. Y aunque podemos decir que estos F1 de 2009 son muy feos; estoy de acuerdo en principio, también entre los feos hay bélleza (no se pongan el saco, no tiene dedicatoria).
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El más bonito (o menos feo, como quieran) de los actuales coches de F1 es el RB5 (o STR4) de Newey, muy superior al realmente espantoso BGP001 que ganó las dos primeras fechas del año en manos de Jenson Button. Quizás le haga la competencia el Williams FW31, un auto chiquito pero fino, casualmente obra de otro gran diseñador completo como lo es Patrick Head, pero si olvidamos por un segundo que las reglas dictan la altura del alerón trasero, incluso de perfil se ven bonitos los autos 2009.
Celebremos que sigue ganando Newey a casi 21 años de ese primer diseño suyo que me llamó la atención (el March–Leyton House 881 de Ivan Capelli que casi les gana a los todopoderosos McLaren de Senna y Prost en la pista de Magny Cours, pero que Alain alcanzó en las vueltas finales). Y ojalá las nuevas reglas revitalicen el surgimiento de diseñadores creativos que hagan autos bellos basados en la inspiración y no solamente en interminables horas de pruebas en túnel de viento y programas de dinámica de fluidos por computadora. Eso cualquiera…
ENCORE
Murió Julio Humberto Mariscal Domínguez, más conocido como el ‘Bache’, quien fuera uno de los grandes campeones mexicanos en los años 50, y tuvo autos como Buick, Jaguar (un D blanco precioso era el auto más rápido de México en su momento) y el primer Ferrari Testa Rossa que vino a tierra azteca. Realmente fue una carrera corta, pero con muchos éxitos, la suya y le tocó atestiguar la emergencia de los hermanos Rodríguez como LOS pilotos de México en 1957-58, lo que lo forzó a retirarse finalmente, aunque siguió en las carreras como patrocinador de Moisés Solana (los Chevelle que corría eran de su concesionaria: Autos Havre) y Freddy Van Beuren, entre otros. Julio tenía un medio hermano ligeramente mayor, también llamado Julio Mariscal (el papá de ambos no era muy imaginativo – también se llamaba Julio), pero apodado ‘Yuyo’, quien fuera el capitán del Equipo México en la V Panamericana en 1954, corriendo autos Buick Century, y fue otro buen piloto, pero con mayor pasión por los aviones. Y la tradición familiar deportiva sigue en las pistas, pues Mario Domínguez es sobrino del ‘Bache, según me comentó recientemente nuestro piloto quien correrá la FIA GT este año.
El ‘Bache’ fue perseguido político por el caso de la financiera Havre que prestaba dinero a los dueños de peseras para las carrocerías, pero se peleó con el ahora presidente del Banco de México y de ahí le cayeron auditorías y otras cosas que lo obligaron a ir al exilio en EU. El caso no tenía mérito, como muchos otros en México (y me viene a la mente el de Emilio Checa), pero la venganza permaneció hasta hacerlo morir fuera de la patria por la que tanto trabajó. En el sepelio, alguien me comentó que la razón real de su retiro fueron unas épicas batallas con el menor de los hermanos Rodríguez, Ricardo (a quien apodaban el ‘Chamaco’), en Puebla, y que el ‘Bache’ le comentó: “Mejor me voy a retirar porque si sigo en estas corretizas con el ‘Chamaco’ me voy a matar”. Pero la relación siempre fue cordial entre ellos, incluso ‘Bache’ fue novio de Angelina Damy, pero el otro hermano Rodríguez, Pedro (quien era unos 16 años menor que Julio), se la terminó bajando y se casó con ella. Moraleja: contra los Rodríguez no se podía, ni dentro ni fuera de las pistas.
© CEJV/SHRAC 2009
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