Este fin
de semana se corre en el Autódromo Hermanos Rodríguez
la fecha final del 2007 en la serie Champ Car, supuestamente
la segunda más veloz del mundo, aunque ya no me queda
claro si realmente lo es o simplemente han adaptado los textos
mercadotécnicos de su etapa de vieja gloria cuando
solían ser incluso más veloces que la F1 corriendo
en los superóvalos como Fontana.
Y todo el año hemos padecido la ausencia de información
y las cancelaciones y las promesas incumplidas, Hace algunos
años, dos para ser exactos, Champ Car insistía
en que su expansión al Lejano oriente era la clave
y hemos visto como carreras programadas en Corea, China y
Japón se han cancelado sin siquiera tener un viso de
viabilidad, mientras que se van perdiendo otras como Monterrey,
donde la asistencia fue incluso menor que en la A1GP, que
tampoco es una potencia en eso de atraer a los espectadores.
Y este año también vimos el calendario idiota
que tenía cuatro carreras en los últimos cuatro
meses, y que fue acortado gracias a la cancelación
de Phoenix, y solamente dejó tres carreras en tres
meses, o sea, otro promedio idiota, cuando en cualquier serie
de nivel internacional en tres meses podrías tener
la mayor parte de tu temporada. Pero Champ Car no entiende
y el principio de semana nos trajo a su presidente Steve Johnson
para darnos otro adelanto de lo mucho que nos quieren y anunciar
que la temporada 2008 cerrará en México, pero
otra vez con tres carreras en los últimos tres meses.
Me pregunto si alguno de ellos habrá oído hablar
de la continuidad, pero aparentemente les vale sorbete y hacen
las cosas a su modo, pues los dueños son millonarios
(más de 1,000 millones en dólares cada uno)
y las reglas de las demás series no los rigen. No importa
si se les atraviesa el inicio del futbol americano, no importa
si llegan a México cuando el futbol esta en su recta
final, no importa si para noviembre todos los grandes campeonatos
ya están en la pretemporada del año siguiente,
ellos programan sus carreras cuando quieren. Tan fácil
que sería cerrar en Australia y pasar México
entre septiembre y octubre para acortar el calendario, pues
ni que fueran la Fórmula Uno donde todos los minutos
disponibles se la pasan desarrollando los autos, pus los de
Champ Car ni desarrollan autos ni motores ni prueban nada,
solamente se desaparecen del mapa durante semanas enteras.
Y así no se puede meter afición al deporte y
mucho menos cuando la serie está llena de desconocidos,
con uno que otro ‘has been’ como Paul Tracy, una
estrella única como Sebastián Bourdais y muchos
‘wannabees’ tipo Justin Wilson, quien no ha dado
el estirón y va volando a convertirse en el siguiente
‘has been’. Y de los mexicanos ni hablamos, les
dan una carrera aquí, otra allá, entran de substitutos
cuando alguien choca y los tratan como plato de segunda mesa
cuando ambos, Mario Domínguez y David Martínez,
han dado resultados mejores que muchos de los pilotos en la
lid, pero no tienen el respaldo necesario.
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Y
lo peor de todo para el 2008 no es que hayan programado dos
idas a Europa, no una -su diseñador de logística
también está poco cuerdo, igual que el de calendario-
incluyendo una fecha en Jerez de la Frontera, España,
donde los F1 no pudieron con el paquete y no llenaban las
tribunas hace dos décadas. Pero además van a
perder a su único imán de taquilla, el galo
Sebastián Bourdais, quien se va a la Scuderia Toro
Rosso (antes Minardi) a probar fortuna en la Fórmula
Uno, cansado de ganar tantos campeonatos seguidos, cuatro
para ser exactos, en una serie en la que nadie está
a su altura y en la que simplemente juega con los demás
pilotos al estilo de la Can Am en 1967-71 cuando los McLaren
color papaya se inventaban carreras entre ellos para entretener
al respetable aficionado que gastó su dinero por el
spectáculo. Se va Sebastián y eso si es nefasto,
pues cuando menos con él en la pista podíamos
ver algo de buen manejo y táctica de carrera, remontadas
espectaculares y hasta batallas cuando decidía dejar
que otros lo retaran. ¿O la verdad alguien quiere ir
a ver a Tracy hacer sus usuales barrabasadas sin ser castigado
porque corre para el equipo de uno de los dueños de
la serie? ¿O a Doornbos decir que merece estar en la
F1 porque es el novato del año en Champ Car, pero su
manejo no es tan refinado como el de Sakon Yamamoto? ¿O
acaso les atrae investigar quienes son los pilotos de la semana
que no habían corrido antes? La verdad a mí
me aburren las procesiones con ganador predeterminado y si
Bourdais no fuera tan bueno quizas ni a la carrera iba. A
ver que pretexto encuentro el año que entra.
© CEJV/SHRAC 2007
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