Un Gran
premio de Brasil muy disputado, con altibajos y cambios de
posiciones, pero el resultado final me deja un buen sabor
de boca: Kimi gana el campeonato de Fórmula Uno, el
tercer finlandés que lo logra en la historia, después
de Keke Rosberg (1982) y Mika Hakkinen (1998-99).
En mi columna pasada era evidente que yo esperaba que Lewis
Hamilton no fuera campeón, pues no estoy de acuerdo
con mucha de la protección que se le dio desde que
se le vieron posibilidades campeoniles, por parte del equipo
y por parte de la FIA y sus comisarios. De hecho en Brasil
fue más de lo mismo, de ese dicho que dice “no
hagas cosas buenas que parezcan malas”. En las prácticas
del viernes Lewis (y otros dos) usaron un juego de llantas
más de lluvia de los permitidos, y mientras la FIA
se ha visto draconiana la hora de aplicar castigos, esta vez
los dejó ir con una multita (21 mil dólares
es lo que tiene McLaren de presupuesto para unos 25 minutos
y 26 segundos si calculamos unos 400 millones de dólares
anuales) y les quitó las llantas para que no las volvieran
a usar. O sea, un juego d niños. Y luego el sábado
Lewis hizo una salida errática de los fosos, estorbó
a Kimi y le quitó la oportunidad, muy disfrazadamente,
de hacer el mejor tiempo del día. Y Ferrari decidió
no protestar porque, me dice un amigo del equipo, “no
tenía caso pues seguramente lo iban a exculpar como
lo han hecho todo el año y además Felipe tenía
la PP”. Y aguantaron con Felipe Massa en primero y Kimi
en tercero, mientras Lewis se alineaba segundo con Fernando
Alonso en cuarto. Pero lo importante es que el karma de Ferrari
era bueno (si ustedes creen en ese rollo), no se metieron
en problemas, no quisieron pasarse de listos, se concentraron
en una victoria que nadie le iba a quitar a Felipe, salvo
las órdenes de equipo. O sea que dieron amor, no agravantes
y eso esperaban cosechar.
La carrera mostró que Lewis también es humano
y se presiona como novato y desde la arrancada Felipe le dio
una sopa de su propio chocolate al ponerse enfrente cubriendo
la línea interna y permitiendo que kivi pasara al morenazo
por fuera, mientras que Fernando se quedaba por dentro y lo
aguantó en la primera parte de la ‘S’ de
Senna, y le comió el mandado en la segunda parte, lo
que hizo perder el control a Lewis y salirse metros adelante
cuando intentaba pelear con el bicampeón. En ese momento
Fernando era el campeón, pero Hamilton se recuperó
y el campeonato volvió a sus manos cuando hizo unos
rebases con mucha ayuda de sus rivales -digo, Heidfeld casi
se sale de al pista para dejarlo pasar y eso que estaban peleando
posición, y Trulli se puso flojito y cooperó.
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Pero
hubo otro problema para Lewis, casi se queda sin velocidades
y alguien en McLaren se aceleró y ante el desgaste
de las llantas del británico cambió la estrategia
y lo mandaron a forzar el ritmo pues iba a tres paradas cortas,
contra dos más largas de sus rivales. Felipe seguía
dominando, como todo el fin de semana y tras las primeras
paradas Alonso ya estaba de nuevo como campeón, pero
el güero se acercaba a Felipe y además traía
más gasolina, lo cual ya nos decía que iba a
dar vueltas rápidas y pasar a Felipe en los fosos,
para que nadie comprobara las obvias órdenes de equipo,
que en este caso si son justificables, pues el campeonato
estaba en juego, no como cuando el ‘Schuminator’
le ganó a Rubens en Austria hace unos años al
principio de la temporada cuando a Rubinho lo obligaron a
dejarle el triunfo al germano. Total que hasta la vuelta 52
el campeón era Fernando, pero en cuanto salió
Kimi de su repostaje final y quedó apenas delante de
Felipe, ya el campeonato tenía color escarlata. Fernando
iba muy lejos y aunque le echó todos los kilos, su
motor de segunda carrera, contra el nuevo de los otros tres
involucrados, no daba para más y el título estaba
perdido, pues Felipe le cuidaba la espalda a Kimi. Lewis todavía
hizo su esfuerzo y quedó en dos puntos gracias a que
Jarno paró cinco vueltas antes del final (lo dicho,
flojito y cooperando), pero ya nada salvaba al inglés
de sus propios errores, especialmente el de Shangai. Total
que el karma se le volteó al equipo y todo lo malo
que hicieron en el año se les revirtió, mientras
que Kimi no tiró mala vibra, no se peleó ni
verbalmente ni en la pista, no hizo trampas ni fue protegido,
y derramó amor todo el año (con la reconciliada
esposa Jenni y varias modelos muy guapas según se vio
en diversas fotos). Pues resultó bien la cosa y el
amor que se llevó de brasil fue el que do todo el año,
mientras que los guerreros se quedaron sin recompensa. Y yo
que pronostiqué que era el año de Felipe, pienso
en todas esas cositas que debieron cambiar, pero Felipe fue
el más rápido al final del año, sumen
todas las calificaciones de las carreras y eso les dice quien
es el más veloz. Creo que no pasará mucho para
que sea el cuarto campeón brasileño y ya tenemos
cuatro contendientes para 2008, lo cual es para alegrar la
pretemporada. Aah! Del asunto del combustible enfriado por
Williams y BMW, pues parece otro intento desesperado por darle
el título a Lewis descalificando pilotos que quedaron
encima de él. Más karma negativo para los apelantes
de McLaren de Jalisco, que si pierden quieren arrebatar. A
ver ahora como se les revierte si insisten en sus vaciladas
sin sustento., pues ya se vio que existe la justicia divina.
© CEJV/SHRAC 2007
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