Pues resulta
que la crónica de un campeonato anunciado se ha quedado
en suspenso tras el error infantil del ya proclamado campeón
del mundo de F1, Lewis Hamilton, y los bien trazados planes
de mercadotecnia y ayuda a su carrera (tanto dentro como fuera
de la pista) podrían caer por tierra si Alonso o Kimi
se coronan.
Me explico: me da la impresión, por todo lo que ha
sucedido en al temporada, que la FIA y Bernie Ecclestone,
el poder real de la F1, han hecho todo lo posible por ayudar
a que el moreno inglés se corone y sea el sucesor de
Schumacher como campeón. Probablemente no fue un acto
premeditado, pero al ver que Lewis era un buen piloto y empezaba
a obtener podios y luego victorias, como que se decidió
que era la solución para sacar a la máxima categoría
del bache que implicó la salida de Michael Schumacher
y atraer de nuevo al mirada de los fanáticos, además
de promover todo eso de ser políticamente correcto
y cantarle al mundo que un negro podía ganar en este
deporte, como antes pasó en el golf y en el tenis,
como si los negros fueran inferiores y no tuvieran las mismas
cualidades que los blancos, cuando es obvio que lo que no
tienen son las mismas oportunidades.
Pues ya que se decidió esto, el apoyo de los nefastos
comisarios de carrera, que siguen siendo un premio a ciertos
países que apoyan con sus votos a la FIA en cuestiones
espinosas y no verdaderos conocedores del deporte, como el
ya algunas veces citado en esta columna Nazir Hoosain de la
India, ferrarista declarado. Y con las decisiones cuestionables
de interpretación que han caído siempre a favor
de Hamilton, me parece muy evidente que los daos se han cargado
en contra de Fernando Alonso, quien debería ser el
mayo obstáculo para Lewis, pues es su coequipero y
nada más y nada menos que el bicampeón mundial.
Las decisiones han ido desde la totalmente inaceptable e inexplicable
de regresarlo a la pista en el GP de Alemania tras su error
de entrar duro a la primera curva y despistarse, la cual fue
tan objetada que se enmendó el reglamento para la siguiente
carrera, pero ya habían ayudado al de color serio.
Y la sanción contra Alonso en Hungría, cuando
todo el equipo McLaren estaba de acuerdo en que el problema
lo causó Hamilton por querer aprovecharse de su posición
en pista para estropearle las vueltas al español y
luego eso provocó que no quedara con tiempo para una
última vuelta, y era una cuestión interna del
equipo, no algo en lo que debía intervenir la FIA,
que lo hizo y castigó a Fernando, lo que n Hungría
significa simplemente darle al carrera a otro pilotos pues
nadie puede rebasar a los de adelante si no existe colaboración
de estos.
Y qué decir de la obvia ausencia de amonestaciones
o sanciones contra Lewis y su estilo de arrancar a la ‘Schumacher’
aventando el auto en maniobras que no pueden repetirse, como
fue en una instancia contra Massa. al cual casi saco de la
pista en Monza o con sus cambios de dirección que no
fueron penalizados en carrera, como en la propia Monza donde
tomó una línea imposible para entrara al primera
chicana, por fuera y sin posibilidad de frenar y por ello
chocó contra Massa y con ese pretexto se cortó
la chicana para salir sin sanción en segundo sitio,
cuando ya lo había perdido antes Massa, y no fue obligado
a devolverlo. Y la forma en que tomó el lado interno
de la curva contra Fernando en la recta de Indy, para al final
de la misma aventarle el auto obligarlo a ceder para evitar
el choque pues no tenía línea para entrar a
la primera curva. Y nada de eso le ha pasado por la mente
que pueda ser ilegal a los comisarios o al respetable director
de esas cuestiones en la FIA, l venerable Charlie Whiting,
ex trabajador de Brabham y Bernie.
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Pero
además, Lewis se ha vuelto intocable, y cuando Kubica
trató de pasarlo en su BMW en Japón, fue prontamente
penalizado, pero incidentes similares han tenido Alonso y
Massa, o incluso al final de la carrera en la pista de Fuji,
Massa y Kubica se dieron con todo y nadie se quejó,
se llaman incidentes de carrera y son los que definen a los
verdaderos pilotos y no a los niños llorones que se
molestan si alguien intenta pasarlos, como sucedía
con un cierto alemán cuando Montoya le aventaba el
auto. Y esos son los momentos que uno recuerda, no las veintitantas
vueltas que dieron atrás del auto insignia, lo cual
fue una burla, pues los verdaderos pilotos no temen arrancar
en la lluvia, pero como en Alemania se demostró que
Lewis no es tan bueno en la lluvia, pues había que
protegerlo y hacer que arrancaran en fila india para que no
peligrara su posición y su campeonato. Y siguiendo
con Japón, es increíble que si la regla dice
que se debe seguir al auto insignia a unos cinco largos (cuerpos)
de distancia, Lewis haya hecho lo que se le antojara, frenando
a los que lo seguían y provocando el accidente de Vettel
y Webber, pero no fue sancionado, una vez más, pues
insisto, parece que hay una consigna para protegerlo y que
gane el campeonato.
Y luego vienen las declaraciones de Bernie quien dice que
quiere a Lewis porque Kimi es muy frío y no sonríe
(yo he platicado con él y no es cierto, pero la verdad
que si tuviera que responder 25 veces a la misma pregunta
yo también sería muy frío) y Alonso no
se presta a promocionar a la F1, mientras que Lewis es todo
un flan para apoyar las promociones de Bernie. Es bueno que
tenga un carácter amable, pero yo suponía que
el campeonato se disputaba en la pista y no en las presentaciones
personales. Lástima, pues Lewis podrá ser un
buen campeón en el futuro, pero me parece indigno que
gane con tanta ayuda, eso no es un real vencedor y si así
será el futuro, pues lo veo negro para la F1. Ojalá
algo pase en Brasil para que alguien con más dignidad
se corone, aunque no sonría mucho.
© CEJV/SHRAC 2007
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