Obviamente
ya saben de que voy a hablar, de que Fernando Alonso se las
está viendo negras en la Fórmula Uno para revalidar
su campeonato. Y la culpa la tiene nada más y nada
menos que el primer piloto negro de la máxima categoría,
el británico, hijo de padre de las Indias occidentales
)o sea, esas islas que están de Jamaica para abajo
en el Caribe), Lewis Hamilton.
Pues Lewis ha sido muy bueno en el año, tiene tres
victorias al igual que el español bicampeón
del mundo y que los volantes de Ferrari, Kimi Raikkonen y
Felipe Massa. Pero él es un novato, con muchas horas
en el simulador, pero novato al fin, y eso es lo que lo hace
novedoso. Quedan cinco carreras en el campeonato de F1, pero
con esta paridad entre los pilotos, bien podría ser
que el que quede ‘meferdi’ (si alguna vez han
jugado taule –la versión árabe del backgammon-
sabrán a que me refiero) y gane una carrera más
sea el que se corone en la campaña 2007.
Yo al principio del año pensaba que las perspectivas
de Lewis eran negras, al correr junto a un campeón
mundial le podría haber pasado lo que a Michael Andretti,
quien fue despedazado por Ayrton Senna, o lo que a muchos
coequiperos de Michael Schumacher, que fueron deglutidos n
porciones pequeñas por los lobos que dirige el multicampeón
germano. Pero Lewis resultó más resistente al
calor de la F1 y con mucho tino se ha conducido como un veterano
y sigue al frente del campeonato, como lo ha hecho desde la
cuarta carrera del año.
Sin embargo, el futuro pude tener algunos nubarrones, pues
sus rivales ya han padecido la dosis de mal suerte que en
un campeonato normalmente alcanza entre un 10 y un 20 por
ciento. Felipe tuvo un truene de motor y luego un despiste
que le costaron dos carreras desde los entrenamientos, pese
a que es sin duda el más rápido de la temporada,
como lo demuestra su superioridad en el rubro de las calificaciones
y luego la descalificación en Montreal, muy rigurosa.
Kimi ya tuvo abandonos y un bajón por el tiempo de
adaptación que le llevó su entrada a Ferrari.
Fernando ya tuvo sus desajustes mentales, similares a los
de Piquet en 1986 cuando al gente de Williams le negó
el apoyo frente al británico Mansell, siendo que él
era el campeón y la sanción de Hungría
fue todo lo ridículo que pueda ser ya que sigo sin
ver el sustento de una actitud de daño al otro piloto
cuando fue provocada por la desobediencia de Lewis y le dejó
la PP y el triunfo en el circuito de la fila india al morenazo.
Y este aparte ha sido ayudado como en Alemania, donde lo regresaron
a la pista, algo inédito e inexplicable para mí
en casi 30 años de ver ininterrumpidamente los Grandes
Premios de F1, y luego le regalaron el triunfo en Hungría
y demás.
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Yo lo
que creo es que la usual dosis de mala suerte que todo piloto
sufre en una temporada no le ha tocado a Lewis, por más
que digan que en Alemania, esa fue culpa de él por
atascarse en la primera curva igual que Liuzzi, Button y otros,
pero los comisarios lo regresaron para darle otra oportunidad,
incluso de recupera la vuelta perdida como si fuera el ‘perro
con suerte’ de NASCAR; y la de Turquía, pus la
verdad con mucho menos rotura del neumático yo he visto
pilotos abandonar y ponerse uno de marca llorarás,
y a él le alcanzó hasta para dar un tercio de
vuelta, llegar a los fosos y terminar en quinto, pues tuvo
la suerte de que la Bridgestone se deslaminara en una curva
no tan rápida, y ya cerca de la entrada a los fosos
(fue frenando para la 9 y son 12 en el circuito turco). Si
le pasa en la 11 hubiéramos visto un accidente más
espectacular.
Entonces, si parece que Lewis está hecho a prueba de
errores y además tiene suerte, entonces el panorama
del moreno podría no ser tan negro como debería
pensarse de un novato que enfrenta a tres grandes pilotos
(y si me dicen que Felipe no es grande, solamente lo superan
entre los brasileños en triunfos Senna, Piquet y Fittipaldi
–además de Rubinho, quien siempre será
segundón y ganaba por tener un Ferrari, más
que otra cosa). Además, su novia es la hija de uno
de los dueños del equipo, Mansour Ojjeh, y eso podría
contar a la hora de inclinar la balanza, pues Lewis además
es hechura de Ron Dennis y más vale lo hecho en casa
que lo importado para cuestiones de triunfos. Si gana Alonso,
pues ya había ganado antes, pero si es Lewis, el prestigio
de McLaren crece porque ellos lo hicieron y le dieron un auto
capaz de batir al campeón mundial. Pero esa parcialidad
puede costarle caro a los ingleses y si Fernando no saca las
uñas, el del panorama negro va a ser él.
Además las carreras que faltan son de corte Ferrari
–Monza, Spa, Suzuka–y en Brasil Felipe estará
en casa, así que no descarten que terminen ganando
los rojos por no haber apoyado al campeón, que fue
justo lo que le pasó a Williams en 1986 cuando Piquet
y Mansell se dieron con todo y Prost se coronó en la
última carrera. Dicen que la historia se repite…
© CEJV/SHRAC 2007
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