Esta semana
acaba de anunciarse el calendario 2007 de la Fórmula
Uno. Tiene un gran premio menos que en el año presente,
regresando a 17 gracias a que Italia y Alemania pierden sus
carreras adicionales, mientras que Bélgica recupera
la del nuevo Spa, que no es, ni con mucho la del viejo Spa
donde ganó por última vez en la máxima
categoría, tanto para él como para el circuito
de 14 kilómetros, el mexicano Pedro Rodríguez,
en 1970.
En el GP de Alemania, en Hockenheim, el mes pasado me preguntaban
los periodistas belgas que cómo iba la construcción
del circuito mexicano y se alegraron mucho ante mi respuesta:
“No va”. Ellos consideraban que México
podía ser el enemigo a vencer para recuperar su prueba
en el calendario, que por cierto será la final de Europa
en 2007, después de Italia. Ya vemos que algo tenía
yo de razón al decir que no éramos enemigo y
ellos, más razón en alegrarse.
Quedan de lado tanto Imola como Nürburgring, respectivamente
el GP de San Marino y el GP de Europa, mientras que Monza
se conserva como desde los años 20 del siglo pasado,
y Hockenheim sigue de sede del GP germano, aunque se dice
que alternará con el nuevo Nürburgring (que sufre
más de la comparación con el viejo que Spa)
en adelante. No sé que tanto sea indicativo de una
eventual retirada de Michael Schumacher, pero hay que recordar
que el circuito de Nürburgring era su circuito local,
por la cercanía con su natal Kerpen, al igual que lo
era de HH Frentzen, Wolfgang von Trips y Nick Heidfeld, entre
otros grandes pilotos alemanes. Y si no hay Schumacher en
2007, pues la decisión, por Hockenheim parece un poco
más evidente. La semana próxima lo sabremos.
Todo lo cual nos regresa a México. ¿Qué
pasa con el afamado autódromo Mantarraya –que
yo bauticé así con Emilio León cuando
trabajábamos en un diario deportivo hace ya más
de dos años– de Cancún? Se empantanó
el proceso con el cambio de gobernador, aunque ambos son del
PRI; y salieron por ahí muchos dueños de los
presuntos terrenos sobre los que se iba a edificar el complejo
deportivo cuya atracción central era el autódromo
con su óvalo y circuito diseñados por la firma
de Herman Tilke, el responsable de Sepang (Malasia), Istanbul
Park (Turquía), Shanghai (China)y la remodelación
de Hockenheim, entre otros. Y no hay todavía una primera
piedra ni para cuándo se empiecen los trabajos, si
es que se empiezan algún día, lo que confirma
que los supuestos inversionistas eran prestanombres de alguien
que tenía el poder de conseguir terrenos y aportación
del gobierno estatal para la construcción, lo cual
debería indicar que era el gobernador Hendricks el
que estaba detrás del asunto.
Para la historia queda la anécdota de que el ‘Negro’
gobernador se fue a pasear a Europa con una mujer que no era
su esposa y cuando le reclamaron públicamente se sacó
lo de que había ido a Mónaco a ver lo de un
Gran Premio para México. De ahí salió
todo el proyecto pues la excusa tuvo que ser respaldada y
se vio que había potencial económico en algo
así.
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Recientemente
se ha estado hablando, por la visita que hicieron los directivos
de la serie A1GP a México para buscar sede de la carrera
de la segunda temporada (en los primeros meses de 2007). Parece
ser que el regiomontano Parque Fundidora ha llegado al final
de sus días como circuito, aunque sea temporal, y los
organizadores mexicanos andan viendo opciones. Tienen por
ahí un proyecto callejero en Acapulco, de esos que
oímos mucho cada equis años con un nuevo gobernador
o presidente municipal que desea reestablecer al puerto de
Guerrero como un destino turístico internacional, pero
sigue sin fijarse que la calidad de sus aguas es la que ha
hecho que pierdan el glamour de antaño. También
vieron el Autódromo Hermanos Rodríguez de la
ciudad capital y el mismo Puebla con sus aires de grandeza
y su realidad de ser un circuito de segunda… velocidad,
que sería la que podría usar un F1 en su parte
interior pues no da más; pero la sorpresa fue que se
lanzaron al nuevo circuito, no acabado todavía, en
las afueras de Querétaro, donde están las instalaciones
de la feria estatal, más o menos por el monumento a
su cacique indígena en autopista México-Querétaro.
Éste es un diseño de ’Chacho’ Medina,
quien rehizo en 1986 el autódromo capitalino para el
regreso de la F1, y antiguo coordinador del equipo Rebaque
de F1, además de un destacado locutor y comentarista
de automovilismo. El autódromo, del cual he visto dos
centenares de planos detallados, sería clase B, o sea
con nivel para albergar todo excepto F1, pero con un poco
de dinero se puede poner a tiro del gran circo. El caso es
que la A1GP quedó encantada y nada más falta
que lo terminen, pues hay algún problemilla para acabar
su construcción, probablemente de aportación
financiera del gobierno estatal, que deberá posteriormente
someter a un concurso su operación y manejo, siendo
un fuerte candidato Lalo León, el organizador de la
Panamericana, mientras que hay algún otro de esos que
sueltan lengua y dicen tener mucho dinero detrás, pero
cero experiencia en manejo deportivo, quien también
quiere el proyecto y hasta se dice capaz de completarlo arquitectónicamente,
como si fueran enchiladas queretanas.
Pero la Fórmula Uno sigue lejos de México y
realmente no hay un autódromo capaz de albergarla,
el Hermanos Rodríguez también es clase B, por
lo que nadie debe hacerse muchas ilusiones. Se necesita alguien
con visión y ganas de regresar México a su estatus
en la F1. ¿Acaso será el presidente Massa con
su equipo?
© CEJV/SHRAC 2006
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