El mejor piloto del mundo

"Doctor, doctor, give me the news."
Robert Palmer

Por culpa de la columna de la semana pasada, en la que argumentaba que Fernando Alonso no es el mejor piloto del mundo, en lo cual estuvieron de acuerdo todos los tifosi, y muchos de los McLarenistas, los cuales no se pusieron de acuerdo sobre si Kimi o Juan Pablo era mejor, o ambos, se armó la discusión acerca del piloto del mundo, pero ya le encontré la solución.

Adivinen: es heptacampeón (siete títulos), de los cuáles cinco van seguidos y los otros dos fueron categorías inferiores. Lo apodan el ‘Doctor’ y muchos dicen que podría ser el mejor de la historia. Obviamente no es Schumacher y tampoco Lance Armstrong, como podrían asumir por aquellos de los siete títulos. Se trata de un exponente intermedio entre ciclismo y automovilismo, o sea motociclismo, y el elegido, en mi humilde opinión, es el gran campeón llamado Valentino Rossi.

Me parece que no hay un piloto actual tan espectacular y con tanto control de su vehículo como el italiano, quien en malasia hace un par de domingos se coronó por cuarto año consecutivo en la categoría reina del motociclismo, el MotoGP, y antes ganó la 500 cc, que era la categoría reina, para llegar a cinco títulos al hilo. La diferencia entre ambas es que mientras en la MotoGP se pueden usar todo tipo de motos, de cuatro tiempos hasta 999 cc y de dos tiempos hasta 500 cc, la mayoría de los constructores se fueron por la opción de cuatro tiempos ya que la cilindrada produce mayor caballaje y es más fácil ligarlas a las motos de calle. Y si creen que Superbike es más veloz por ser motores sin límite, pues están equivocados, los pilotos de MotoGP son hasta 5 segundos más rápidos por vuelta, en promedio, en los mismos circuitos, pero no hacen tanto ruido, ni son tan grandotes, y por cierto el australiano Troy Corser se acaba de coronar en esta serie precisamente el domingo.

Antes de ganar la clase máxima del motociclismo, Valentino fue campeón en 250 cc y en 125 cc, en ambas en su segundo año tras ser subcampeón en el primero, algo que repitió cuando subió a la 500 cc en 2000, quedando subcampeón, y no volvió a perder. ¿No suena impresionante? Bueno, pues dirán muchos de ustedes que la cuestión es que Honda domina las carreras desde hace más de una década y que así cualquiera. Punto aceptado, pero el caso es que valentino se pasó a llama en 2004, y pese a toda la tecnología de Honda, les ha pegado virtualmente sin coequipero, y ha desarrollado la Yamaha a tal grado que puede batir a sus rivales, cuando lo último que había hecho era recordarnos las glorias de Kenny Roberts (padre) hace dos décadas.

 

Para que me entiendan, es como cuando Senna manejó el Mclaren-Ford de 1993, con el motor que le daban a cualquier cliente que lo comprara en Cosworth (obvio, para un equipo de Fórmula Uno), y no el especial desarrollado para Benetton, que usaba Michael Schumacher. Y Senna, con su manos de oro, iba de líder del campeonato cuando habían transcurrido cinco fechas y terminó con cinco victorias contra el increíble Williams-Renault de Prost y Damon Hill, mientras que el ahora ‘Schuminator’ fue bastante mortal y no ganó gran cosa. Ahí lo que contaba era el piloto y en el caso de Rossi con la Yamaha se repite la situación. Vale más el factor humano que el mecánico en la ecuación en la que se supone que la mezcla ideal es 50-50, pero últimamente se ha ido yendo al 70-30 a favor de la máquina con los controles de tracción, arrancada y demás ayudas para los pilotos (ayudan sí, pero a disfrazar la ineptitud de algunos de los volantes actuales).

Este año el dominio ha sido más claro, pues Yamaha ya desarrolló la moto al gusto de Valentino, que es el mejor piloto del mundo en motos iguales contra cualquiera, y su actuación en algunas de las carreras en mojado en 2005 ha sido el proverbial juego del gato y el ratón: en una terminó por girar un par de segundos debajo de su récord de pista y más de un segundo delante de cualquier otro piloto, y en otra se salió del asiento al aplicar la potencia con exceso, en el mismo punto en donde habían caído ya otros seis pilotos, pero sin soltar el manubrio recuperó el control y siguió adelante para ganar, más como un acrobático exponente de los X Games que un piloto de MotoGP. Yo nunca había visto a un piloto estar tan lejos de us moto sin perderla y nadie que lo haya visto lo cree, y conste que le he preguntado a todos los fanáticos d las motos que tengo el gusto de conocer.

Y todavía le falta mucho para llegar a los números de títulos de los legendarios Giacomo Agostini, Mike hailwood y John Surtees, pero si se queda los suficientes años debe imponer todos los récords que quiera, pues tiene apenas 26 años de edad. El problema es que se vaya a aburrir antes y decida emigrar hacia las cuatro ruedas, donde el paso de los volantes no ha sido tan bueno, con la excepción obligada de ‘Big John’ Surtees, campeón mundial en 1964 en F1, y caso único al mayor nivel, pues ni Agostini ni Wayne Rainey, ni otros grande lograron hacerla en autos. Al ser italiano, ya lo pintan de rojo en un Ferrari (¿Le dejará Bernie conservar el número 46?), pero Valentino no ha dicho que sí todavía, aunque una combinación de Rossi (que significa ‘rojos’ en italiano) con Ferrari parece justo lo que el doctor ordenó para recuperar el nacionalismo italiano que solamente se expresa ahora en las máquinas de Maranello. Ya espero el 2007 con impaciencia de fanático…


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