2005 ha
sido un año importante para el deporte automotor español.
De entrada la fórmula Uno está a punto de tener
a su campeón más joven de la historia, el asturiano
Fernando Alonso, y aparte, como ya hemos visto en Montreal
en la carrera de Champ Car, el catalán Oriol Serviá
ha conseguido su primera victoria en la serie, tras una espectacular
campaña que le ha reportado podios en casi todas las
carreras en las que participó con el Newman/Haas (con
doble ‘A’ por favor, no es aguacate), pues empezó
la temporada con el Dale Coyne Racing, uno de los equipos
chicos de la serie.
España nunca fue productora natural de pilotos de nivel
internacional desde que existe el automovilismo. Habrá
por ahí los garbanzos de a libra, pero no se podía
hablar de héroes reconocidos en las pistas. Probablemente
el más conocido, y murió en 1957, fue el Alfonso
de Portago Leighton y Cabeza de Vaca, más conocido
como Fon de Portago, quien además de ser primo del
actual rey de España, era un conocido playboy, jugador
de clase mundial en polo, gran esquiador, caballista y tirador,
y tenía poco tiempo de haber aprendido a correr, pues
nunca lo había hecho profesionalmente hasta que en
la última Panamericana se armó de valor y con
un Ferrari se puso a aprender. No iba nada mal ya que en tres
años había ascendido al equipo Ferrari de F1
(por si creen que Kimi Raikkonen o Jos Verstappen llegaron
rápido), e iba entre los cinco primero en la Mille
Miglia de 1957, cuando en la última parada le detectaron
un problema en las llantas, causado por otro en la suspensión.
No quiso perder tiempo y siguió tras cargar combustible,
todavía podía ganar, pero metros adelante encontró
a su amada, la actriz Linda Christian que estuvo casada con
Tyrone Power, y ahí si se detuvo para darle un abrazo.
Pocos kilómetros después su Ferrari salió
del camino y mató a varios espectadores, y le costó
la vida al español, con lo cual se canceló la
carrera en definitiva.
Después de De Portago hubo un Paco Godia, sin mucha
suerte; luego vino Alex Soler-Roig, cuyo recuerdo más
notable es que su padre fue el cirujano que atendió
a Jochen Rindt tras el choque en Montjuich en 1969; luego
vendría Emilio de Villota, cuya hija corre en la F3
local actualmente; y finalmente la combinación de Minardi
que armó el mexicano Tono Marrón, con ayuda
de una empresa de jeans, con Luis Peres Salá y Adrián
Campos. Todos, como verán, sin mucho palmarés
en la F1, y así parecía que seguiría
la cuestión cuando llegó Fernando Alonso a Minardi
en 2001, como campeón de la Fórmula Mundial
Nissan, ahora Renault, cuya base está en España
y es producto de los esfuerzos de Jaime Alguesuari, un empresario
de revistas de deporte motor visionario, serie que también
ha producido a pilotos como Toño García, el
que corre con BMW en el WTCC, y a una nueva camada de volantes,
al revitalizar el automovilismo en su patria e internacionalizar
su campeonato. De hecho, él fue el que obligó
a la F300 a ser eliminada del mapa y ser reemplazada por la
GP2, que es más poderosa, pues su fórmula ya
era más veloz que la F3000 en los circuitos en que
coincidían. Y en ella han corrido, entre otros, Narain
Karthikeyan, Robert Doornbos, Tiago Monteiro, Franck Montagny
y Heikki Kovalainen, estos dos últimos los reputados
probadores de Renault. Nada mal para un esfuerzo del cual
muchos se burlaban a fines del siglo pasado y que ahora ha
permitido poner a España en el mapa del automovilismo.
Y también ha creado campeonatos de kantismo que ya
permiten a los pilotos españoles, entre ellos su hijo
que es un verdadero talento, correr en Europa con buenos resultados.
|
|
Coincidentemente,
el rallismo, que mantuvo vivo el automovilismo en España
gracias al ‘Matador’ Carlos Sainz, está
un poco a la baja. Durante un tiempo Jesús Purás
parecía que iba a brincar a las grandes ligas, y tuvo
unas actuaciones impresionantes con Citroën en 1998 y
1999, pero nunca dio el estirón y cuando la marca entró
de lleno al mundial ya no lo hizo con él, ni con Philippe
Bugalski, el otro que marcó los resultaos iniciales
de la empresa en el WRC. Y ahora que Sainz se ha ido, en la
cima como debe ser, no hay un sustituto que destaque.
Y Oriol, cuyos padres son rallistas de cepa, ya tenía
años de picar piedra tras ser campeón de Indy
Lights, pero no había estado en un equipo como el Newman/Haas,
y en cuanto llegó se vio el cambio. Digo hasta va segundo
en el campeonato 2005, y seguramente va a provocar muchas
dudas cuando se recupere Bruno Junqueira, quien dice que quiere
regresar a as pistas en México en noviembre próximo,
antes de que acabe el año, más por el hecho
de que no se olviden de él, que por el hecho de que
ya esté al 100 por ciento, pues le puede pasar lo que
a Kenny Brack, quien tras su choque cedió el asiento
a Buddy Rice (una vez que Michel Jourdain II lo despreció)
y el gringo procedió a ganar la Indy 500, con lo cual
Kenny ha desaparecido del mapa (igual que Michel en monoplazas,
quien además también despreció el asiento
de Junqueira, que le ofrecieron antes que a Oriol).
Y seguramente con las victorias de sus representantes en las
categorías más importantes de automovilismo
a nivel mundial, la fiebre de imitación no se hará
esperar, y seguiremos teniendo una oleada de pilotos españoles
en la búsqueda de ser el siguiente Alonso, o el siguiente
Oriol, como muchos buscan ser el siguiente Sainz. La pregunta
relevante es: ¿Y en México cuando?
© CEJV/SHRAC 2005
|