Mucho
se especula acerca de que la GPWC (Grand Prix World Championship,
organización que agrupa a la mayoría de los
fabricantes de motores de la Fórmula Uno), tiene la
intención de organizar un campeonato paralelo a partir
de 2008, pues actualmente los equipos están comprometidos
hasta el 2007, cuando termina el Acuerdo de la Concordia.
El grupo, que originalmente contó con FIAT (de la cual
es subsidiaria Ferrari), ahora tiene como miembros a BMW (Williams
ahora, pero Sauber en 2006), DaimlerChrysler (o sea, Mercedes
que da motores a McLaren) y Renault, con la asociación
solidaria de Toyota (que también provee a Jordan) y
Honda (BAR). Y Minardi ha apoyado sus demandas solidariamente,
y ha ido tan lejos como para declarar que si Max Mosley no
se va de la Federación Internacional de Automovilismo,
vendería su equipo.
Del otro lado, Ferrari ya firmó la continuación
2008-2012 de la F1, y Red Bull Racing, que tendrá motores
italianos a partir de 2006, también va con ellos. Y
se especula mucho que tanto Jordan, que será Midland
en 2006, podría estar cerca de firmar la extensión
hasta el 2012, si Ferrari también les provee de motores.
En materia de llantas casi todos los equipos en la GPWC son
de Michelin, al igual que RBR, mientras que Ferrari, Minardi
y Jordan son de Bridgestone, pero como la FIA ha decidido
que en 2008 solamente quiere un proveedor de llantas, es factible
que sean los neumáticos nipones los que sigan en la
F1, ya que ellos se portan bien en el Gran premio de EU en
Indy hace unas semanas, sin boicotear la carrera como los
usuarios del producto francés. Pero, a la vez, la FIA
ha dicho que sancionaría con placer el campeonato alterno
de la GPWC, si cumple con los estándares internacionales
necesarios.
Del lado del dinero, las acciones de SLEC, la empresa fundada
por Bernie Ecclestone, que controla los derechos de la F1
hasta principios del siglo XXII, son propiedad en un 75% de
tres grandes consorcios bancarios, que pagaron unos 2.5 miles
de millones de dólares, por ellas, mientras Bernie
tiene un 25% solamente, pero todo el manejo de la situación
mientras se acaban las demandas y contrademandas por el control
de la sociedad.
El meollo del asunto es que actualmente los equipos reciben
el 47% de los ingresos totales de la F1, y Bernie el resto,
y los fabricantes quieren más dinero, aparte de mayor
control sobre calendario, reglamentos y especificaciones técnicas,
para presentar un campo de juego más parejo, especialmente
sin el dominio que caracterizó el 2004, cuando Ferrari
ganó 15 pruebas y apabulló a sus contrincantes.
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Bernie
sabe que la F1 no funcionaría tan bien sin él,
y los bancos han dicho que les gustaría que se quede,
pero con ciertas consideraciones que no le permitan hacer
lo que sea, sin antes consultarlos a ellos. Y estando así
la situación, Bernie ya se prepara para la batalla
del 2008. Tiene el nombre de la F1, y a Ferrari, único
equipo que ha corrido desde 1950, cuando se fundó la
máxima categoría, y probablemente unos dos o
tres equipos más, lo cual no es suficiente para ser
la máxima serie de automovilismo, pues se necesitan
unos 20 autos mínimo. Para ello, ya hay planes de contingencia.
El primero
indica que Chrsitian Horner, de Arden, equipo multiexitoso
de F3000, GP2 y otras series, ya tiene un proyecto de F1,
y Trevor Carlin, quien dirige a otro equipo de mucho talento,
(Carlin Motorsports) en F3 británica y en la Serie
Mundial de Renault (WSR), arma un segundo -Horner actualmente
dirige al RBR y Carlin estuvo con Jordan hasta hace unos meses.
Aparte, Nelson Piquet tiene el Piquet Motorsports, aliado
con HiTech en la GP2, que podría subir a la F1, y Keke
Rosberg tiene un equipo en F3 pero el financiamiento necesario
para comprar a otro equipo con la mira de ir a F1 –ambos
ex campeones mundiales tienen hijos pilotos que están
en la GP2 y a un paso del circo máximo.
Y hay una serie de equipos que se han comprometido a empezar
a buscar la forma de crecer, entre ellos: el de Adrián
Campos Motorsport, del ex F1 español que sacó
a Fernando Alonso a la fama; el DAMS francés, que ha
estado virtualmente en todas las series excepto la F1; el
proyecto de resucitar el legendario nombre de Surtees, el
campeón mundial 1964; y algunos otros. Pero además,
Bernie ha platicado ampliamente con el Sheik Makhtoum, de
la serie invernal A1GP, quien tiene muchos equipos y pilotos
de buen nivel que empezarán a foguearse en septiembre.
Y del lado de los motores, además de Ferrari que podría
proveer fácilmente a cinco equipos, según me
comentaba un miembro del equipo recientemente, está
la asociación con Cosworth, que tiene a Minardi y RBR
actualmente, pero puede expandirse, aparte del proyecto de
traer a Volkswagen (o una de sus subsidiarias como Audi, Lamborghini
o Bugatti) de regreso a la máxima escena del automovilismo
internacional.
Entonces, hay material de reserva para seguir adelante con
la F1, con el nombre y prestigio de Ferrari detrás,
y enfrentar una serie que tendrá muchos fabricantes
pero necesitará hacerse de un nombre. Y Bernie tiene
con que enfrentar el ‘bluff’ de la competencia,
pues no da paso sin huarache.
© CEJV/SHRAC 2005
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