En lo
que podría ser la carrera final en Fundidora, Champ
Car se presenta con un campeonato renovado. La publicidad
ha enfatizado mucho que esta quinta edición del Monterrey
Grand Prix es la última, pues se cumplen los cinco
años del contrato inicial, pero a los aficionados parece
no importarles eso, más bien les puede que no haya
tantos mexicanos en la parrilla.
Y si es la última no se debe tanto a que se haya cumplido
el contrato sino a que los rendimientos decrecientes han hecho
que no sea tan rentable como antes. La primera versión
en 2001 tuvo 316 mil asistentes, incluyendo el jueves anterior
a la carrera que fue de entrada gratuita para escolares usados
como ‘conejillos de indias’ para probar las tribunas.
La siguiente edición tuvo casi 270 mil, en tres días,
y la tercera cayó a 215 mil, aunque hubo modificaciones
en las tribunas por una remodelación del paddock provocada
por la ampliación de CINTERMEX. Para la cuarta, en
2004, no se llegó a 200 mil espectadores y fue visible
la ausencia de tribunas en zonas como la curva dos, aunque
luego un alto directivo de la organización me comentaría
que “fue la más exitosa de las versiones en el
aspecto económico” porque el evento estaba consolidado
y se vende solo.
Ahora viene la edición final, aunque una fuente de
Champ Car, que pidió el anonimato, me indica que “se
está negociando una extensión del acuerdo original
por otros dos o tres años, pues Monterrey sigue siendo
una plaza que nos atrae mucho”. Otro patrocinador mexicano,
señala que entró a la carrera norteña
con la promesa de que no será la última versión
y ya tiene planeada su inversión para años venideros.
¿Entonces? Parece ser que aunque sí sea la última
del contrato, Champ Car se quedará en Monterrey en
el futuro cercano. Y el espectáculo vale la pena, puesto
que tras un año de casi extinción en 2004, la
categoría ha recuperado la energía y va de subida,
lo que sucede cuando algo tocó fondo y no le queda
más que subir.
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Champ
Car tiene más y mejores pilotos, con algunos ex F1
que ingresan, o retornan como Cristiano da Matta, además
de haberse fortalecido con la compra de Cosworth y Pi Instruments.
Ha renovado sus patrocinios con Bridgestone y Ford, y ya hasta
empieza a pensar en tener más de un chasis en el 2007.
Pero, para la afición mexicana, lo que falta es que
haya más aztecas en la parrilla, pues los regulares
bajaron de cuatro en 2004 a uno este año, y el aficionado
mexicano quiere tener a alguien por quien gritar y aplaudir
en la carrera.
Paradójicamente, es cuando México tiene más
posibilidades reales de victoria con Mario Domínguez.
Aprovechando los precios de los boletos, los más bajos
del período, la opción de ir a Parque Fundidora
es inmejorable en 2005. Así que esperemos que como
buenos mexicanos, no sea ‘la última y nos vamos’.
Otro punto interesante es que con la edición 2005 de
Monterrey se cumplen 10 carreras de Champ Car en México,
pero será la primera vez que no haya un Jourdain en
la parrilla de salida. Michel padre estuvo en 1980 y 1981,
único mexicano en correr ambas; luego Michel II corrió
las cuatro de Monterrey (2001-04)y las tres de México
(2002-04) con Herdez Competition y Gigante Racing, y será
esta la primera vez que no esté presente este siglo.
© CEJV/SHRAC 2005
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