Digo todo esto porque el jueves de la semana pasada (6 de febrero) tuve la fortuna de compartir la mesa de una agradable comida con una gran y destacada jugadora de golf, carismática, inteligente y tan centrada en su proyecto de vida y deportivo, que no hizo más que confirmar que lo que pensaba acerca de ella era cierto: lucha por su propio destino, convencida de lo que puede hacer y sabedora de que la constancia siempre ofrece resultados, más cuando se tiene que vivir en el extranjero para alcanzar esos sueños.

Supongo que saben ya que hablo de la mejor golfista de Guadalajara, de Jalisco, de México y que va a la conquista del mundo, pues ya lo ha demostrado y es Lorena Ochoa, tapatía de corazón.

Al tener esta oportunidad de conocerla, hay importantes momentos de los que uno como joven se da cuenta que existe un trabajo adicional al dedicarnos en cuerpo y alma al deporte y eso es ver por los demás.
Aparte de intercambiar información deportiva, como alimentación, maneras de prepararse y cosas de ese tipo, Lorena y yo llegamos a la conclusión de que es necesario que aportemos algo de lo nuestro a los demás y por ello acordamos elaborar algún tipo de apoyo a la comunidad, algo de labor social, para concienciar a los jóvenes de que las drogas no son el camino correcto y sí lo es el deporte.

Como Lorena tiene que partir a sus compromisos internacionales y yo tengo que regresar a Inglaterra, mantendremos contacto directo vía internet y prometo que muy pronto sabrán de nosotros. Es más, ella tiene programada una visita al Abierto de Inglaterra y seguramente allá nos encontraremos.

En otras cosas, también quiero compartir con ustedes que la semana terminó por ser redonda. Doy las gracias a Jorge Vergara, dueño de Omnilife, y a Eduardo de Lima, director de la misma empresa, porque gracias a ellos pudimos estar en el concierto de Shakira y por si fuera poco, el domingo viajamos a Toluca, a las tres de la mañana, para correr una competencia más de go karts, donde otra vez la bandera a cuadros estuvo de nuestro lado. No pienso fallar y de seis carreras van seis triunfos.